El Jesús del Gran Poder no sale a la calle, pero se queda en las barriadas de Sevilla

Madrid

Este año era especial para el Jesús del Gran Poder de Sevilla. Juan de Mesa talló su obra cumbre hace 400 años, pero hoy no saldrá de su basílica. A la una de la madrugada no saldrá el paso y a las once de la noche Félix Ríos, Hermano Mayor de la Hermandad del Gran Poder, no ha saludado a la cuadrilla de costaleros. Tampoco a los 2.400 nazarenos que suelen acompañar al paso. Eso no significa que la actividad de la hermandad se haya parado y, mucho menos, en una situación tan crítica como la actual. "La hermandad tiene una doble vertiente. Somos un apoyo para hermanos solos o confinados en la habitación de una residencia. Pero miramos también hacia la sociedad", explica Félix Ríos.

Su hermandad ayuda en tres barriadas periféricas de Sevilla, que figuran en el ránking de las cinco más pobres de España y son las primeras que han notado esta crisis. El perfil de los receptores de las ayudas de esta hermandad son "las familias que malvivían con empleos en el hogar y sin seguro o vivían de la venta ambulante. De la noche a la mañana se han quedado sin ningún ingreso", explica el hermano mayor. La demanda de ayudas, dice, han subido un 1.000%. Los miembros de la hermandad donan, pero no solo. "Las hermandades en Sevilla tenemos mucha credibilidad social con empresas y organizaciones que nos ayudan. Cuando levantamos la mano, están ahí. Hemos conseguido que empresas nos hayan dado tabletas para que los niños sigan con sus clases, productos de droguería o alimentación", resume Félix Ríos.