¿Palabra de Dios?
"En una tesitura como la actual, insisto, lo único que me interesa y que más deseo es que acierten, porque ese acierto sería beneficioso para todos. Y me importa -me importaría- un rábano que quien diera ese paso se llame Sánchez, o Ayuso, o Feijóo, o Torra, o García-Page, o Moreno Bonilla, o Fraga... ¡Me da igual!", la opinión de Carles Francino
¿Palabra de Dios?
Madrid
Bienvenidos una semana más a esta ‘Ventana’ de la resistencia, el confinamiento… y a partir de hoy de la deshibernación económica. Dentro del mar de incertidumbres y de miedos generados por esta pandemia, qué duda cabe que lo de volver a arrancar -aunque sea al ralentí- el motor de la economía, pues entraña sus riesgos, la verdad. Lo único que me viene a la cabeza es que ojalá acierten quienes hayan tomado esta decisión porque si la cosa se complica, si se vuelven a disparar los contagios y hay que rebobinar, pues eso sería un palo en todos los sentidos.
Pero en una tesitura como la actual, insisto, lo único que me interesa y que más deseo es que acierten, porque ese acierto sería beneficioso para todos. Y me importa -me importaría- un rábano que quien diera ese paso se llame Sánchez, o Ayuso, o Feijóo, o Torra, o García-Page, o Moreno Bonilla, o Fraga… ¡Me da igual! Hoy deseo que acierte. Y mañana -cuando sea- ya le exigiré cuentas de su labor. ¿Eso significa prohibir la discrepancia, amordazar la crítica o secuestrar la libertad de expresión? ¡No, hombre, no! Para nada.
Y por si a algunos de los que más dan la brasa estos días, a los que han cambiado la cristiana virtud de la templanza por el desenfreno, ahí va un fragmento del Eclesiastés:
Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:
un tiempo para nacer,
y un tiempo para morir;
un tiempo para plantar,
y un tiempo para cosechar;
un tiempo para matar,
y un tiempo para sanar;
un tiempo para destruir,
y un tiempo para construir;
un tiempo para llorar,
y un tiempo para reír;
un tiempo para estar de luto,
y un tiempo para saltar de gusto;
un tiempo para esparcir piedras,
y un tiempo para recogerlas;
un tiempo para abrazarse,
y un tiempo para despedirse;
un tiempo para intentar,
y un tiempo para desistir;
un tiempo para guardar,
y un tiempo para desechar;
un tiempo para rasgar,
y un tiempo para coser;
un tiempo para callar,
y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar,
y un tiempo para odiar;
un tiempo para la guerra,
y un tiempo para la paz.
No sé si es palabra de Dios. Pero el que lo dijo tiene más razón que un santo.