Enfermeras que dejaron sus ciudades para ayudar a los hospitales madrileños en la lucha contra el COVID-19
Candela Lebrero, igual que muchos sanitarios, dejó su ciudad para reforzar el sistema sanitario madrileño. Despúes de un mes de pandemia nos cuenta su experiencia
"Muchos sanitarios habremos tenido el virus sin darnos cuenta"
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Madrid
Candela Lebrero es una de los muchos profesionales de la salud que han venido desde otra comunidad autónoma a reforzar el sistema sanitario madrileño, uno de los más castigados en esta crisis. Es valenciana, médico y enfermera, y lleva desde el 14 de marzo en Madrid. Su hermana Olivia, con el mismo perfil, también decidió desplazarse hasta la capital madrileña y juntas, llevan un mes trabajando con los enfermos de coronavirus.
Ambas empezaron en el Hospital Príncipe de Asturias supliendo dos bajas por infectados de coronavirus en el personal de enfermería y desde hace una semana están trabajando en la UCI del Hospital Ramón y Cajal. Candela nos confirma con optimismo lo que parece que demuestran los datos desde hace unos días: “se nota que el número de casos graves va bajando”.
Tanto Claudia como su hermana Olivia comparten vocación y estudiaron lo mismo; primero enfermería y después la carrera de medicina. Precisamente en enero de este año se examinaron del MIR, pero actualmente las dos trabajan como enfermeras porque “al estar en contacto directo con los pacientes, es lo que más se necesita en estos momentos”. Están alojadas en el hotel Room Mate y nos cuenta que están encantadas con el trato que reciben por parte del personal del hotel.
Cuando, hace un mes, llegaron a Madrid “las urgencias estaban colapsadas, había días que sólo teníamos una bata durante todo el turno de ocho horas”, cuenta Claudia. Al recibir tantos pacientes en el Hospital Príncipe de Asturias tuvieron que abrir la biblioteca, el gimnasio y otras salas para poder ingresar a los enfermos. Claudia y Olivia llegaron de Denia y, sin pasar por casa, tuvieron que ir al hospital porque allí había enfermeras que no podían más; “fue muy impactante, un choque de realidad”.
Por su experiencia, Claudia confirma que son muchos más los pacientes que se curan que aquellos que, por desgracia, fallecen. El coronavirus no afecta a todo el mundo por igual, explica, “hay mucha gente asintomática o que la carga viral es más baja y lo pasa como un resfriado o ni lo nota”. Además, sostiene, “muchos trabajadores del hospital probablemente hayamos pasado el virus pero con la adrenalina de trabajar ocho horas al 200% ni nos da tiempo a pensar que estamos enfermos”. De momento a ninguna de las dos les han hecho el test del coronavirus, tienen prioridad los profesionales que presentan síntomas.