Los festivales de Cannes y Venecia podrían aliarse en una edición conjunta por el coronavirus
Hay dos emblemas culturales, nacionales e identitarios en la Francia actual: el Festival de Cannes y el Tour de Francia. Emblemas de la francesidad, que diría Roland Barthes, que muestran por qué son tan importantes para el país, además de por su evidente sustrato económico. De la competición deportiva, ya sabemos que se traslada a finales de agosto a causa del coronavirus, trastocando el calendario de carreras ciclistas, como el Giro de Italia o La Vuelta Ciclista de España. Con los festivales de cine todo el mundo daba por hecho que acabaría pasando algo parecido.
De momento, Cannes ha aplazado dos veces su celebración. La fecha original era del 11 al 24 de mayo, suspendida por la crisis del COVID19. La dirección del certamen dijo entonces que se podría celebrar a finales de junio o julio. Sin embargo, tras las declaraciones del presidente de la República, Emmanuelle Macron, en las que aseguraba que no se iban a reabrir las salas de cine y no se permitirían concentraciones hasta más adelante, Cannes explicaba ayer que el festival tendría que buscar otra nueva fecha.
Y así siguen. Buscando una salida para no perder todo el trabajo ya hecho. Su director, Thierry Frémaux acaba de decir que no descarta celebrarlo en otoño o llegar a una alianza con la Mostra de Venecia. El festival de cine italiano se celebra la primera quincena de septiembre y también está en el aire su posible celebración. Lo mismo que ocurre con el Festival de San Sebastián convocado para finales de septiembre.
En una entrevista con Variety, Frémaux asegura que estos días ha estado en contacto con el director de Venecia, Alberto Barbera, que también está preocupado ante la posibilidad de que el virus les obligue igualmente a suspender la Mostra. "Desde el comienzo de la crisis hemos hablado de la posibilidad de hacer algo juntos si Cannes era cancelado. Seguimos discutiendo sobre ello", asegura Frémaux, sin precisar en qué podría consistir esa colaboración.
Además, señala que otros festivales también les han invitados a hacer algo con ellos y cita a los de Locarno (Suiza), San Sebastián (España) y Deauville (Francia). "Son gestos que nos emocionan mucho", resaltó el director de Cannes.
Frémaux es además director del Festival Lumière, que se celebra en octubre en Lyon (Francia) y que podría asumir algunos de los estrenos que no se puedan realizar en Cannes. Su objetivo es "estar presente en otoño para contribuir a la celebración de la vida, el nuevo arranque de la industria y la reapertura de salas de cine". "El cine y sus industrias están amenazados. Tendremos que reconstruir y reafirmar su importancia con energía, unidad y solidaridad", agrega.
El responsable de Cannes no descarta que sea en otoño. "Los festivales de otoño podrían ser cancelados o podríamos empezar a ver un cielo más despejado con la llegada del verano, que nos de la posibilidad de ver los meses siguientes desde una perspectiva nueva". "Lo que todo el mundo debe saber es que si luchamos no es por el festival en sí mismo sino para apoyar el relanzamiento económico del sector en su conjunto, a escala global: las películas, los artistas, los profesionales, las salas y sus espectadores".
Otra de las ideas de Frémaux es establecer una etiqueta "Cannes 2020" para todas las películas que ha visto el comité de selección y que les han gustado, para ayudarlas en su promoción después del verano. Esa etiqueta sube el valor de las películas en el mercado, ya que pasar por el certamen y ser seleccionado es siempre un plus de calidad en el cine mundial. De no celebrarse el festival, muchas de las películas seleccionadas podrían perder valor. De ahí esa solución para salir del paso que explicaba el francés.
Tanto Cannes como Venecia siguen trabajando. También San Sebastián. Siguen viendo películas inéditas enviadas por productores y directores. Lo que sí descartan ambos festivales es la opción de celebrar la edición de manera virtual, Frémaux reiteró que "no tendría ningún sentido" teniendo en cuenta lo que es el Festival de Cannes. Sobre todo perjudicaría a los exhibidores franceses, uno de los gremios con más peso en el cine francés; pero también al propio mercado. Los festivales, además de ser una exhibición de películas para público y prensa y un evento de glamur, es un gran mercado que mueve millones y millones y al que acude toda la industria audiovisual, incluida Hollywood y las grandes plataformas. Hacer un festival online quitaría valor a ese mercado, que es lo que sustenta la industria de cine francesa.
Tampoco valoran acortar los días de festival, ni elimar secciones. "Si el Festival de Cannes se celebra, lo hará de forma completa" y si finalmente se lleva a cabo "significará que la vida ha ganado". Lo cierto es que dos secciones externas pero integradas en el festival, como son la Quincena de Realizadores y la Semana de la crítica, ya han suspendido su edición este año.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...