El confinamiento tiene efectos en la salud de los niños: "Olvidamos que es también una crisis social"
Se publican los datos preliminares de 'La salud de la infancia confinada', que arroja datos preocupantes de las consecuencias del confinamiento en los más pequeños
El confinamiento tiene efectos en la salud de los niños: “Nos olvidamos de que es también una crisis social”
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Madrid
Este mediodía se ha anunciado el pacto al que han llegado gobierno y comunidades en cuestión educativa y que afecta sobre todo a los más pequeños. Las distintas administraciones educativas han acordado que el curso escolar finalice en junio, tal y como estaba previsto, pero que exista la posibilidad de asistir a clases voluntarias de refuerzo en verano.
Esto a la vez que nos vamos enterando de los planes que tiene el Gobierno para empezar con la ya famosa desescalada, en la que los niños tienen un papel fundamental. En estos momentos se está estudiando que los niños puedan salir a la calle a pasear antes de que termine el confinamiento, pero siempre que se pueda hacer de manera controlada y con las medidas de seguridad oportunas, por lo que depende de si ya se pueden comprar mascarillas o realizar un mayor número de tests.
Y es que los niños se están viendo muy afectados por este confinamiento y no se sabe aún con certeza cómo afectarán estos meses a su desarrollo. Hoy hemos conocido los datos preliminares de un estudio a nivel nacional sobre el impacto del confinamiento en la salud de niños y niñas de entre 3 y 12 años. Para hablarnos del mismo hemos contado con Amaia Bacigalupe, que es profesora de Sociología en la Universidad del País Vasco, Doctora en Salud Pública, y miembro del grupo de investigación que ha llevado a cabo este estudio que lleva por nombre‘La salud de la infancia confinada’.
“Es evidente que esta situación de confinamiento tiene efectos en la salud y en el bienestar de niños y niñas”, nos dice Amaia. Hace hincapié en que tiene incidencia tanto en la salud física como emocional de los más pequeños, aunque lo hace de manera desigual según el nivel sociecónomico de las familias.
“La mitad de los 11.000 niños de los que tenemos información tienen deterioro en la salud emocional”, cuenta Amaia para ejemplificar lo preocupante de la situación. Una circunstancia que, como ya hemos dicho, no solo tiene incidencia en la salud mental, y es que “un 20% de los niños no hacen ejercicio físico”.
El no poder salir a la calle se suple con otras cosas que, en muchas ocasiones tiene que ver con las pantallas: “El 25% de los niños pasa 6 o más horas delante de las pantallas”.
Amaia Bacigalupe cree que las cosas no se están haciendo bien en este sentido desde el ámbito de la política: “Mientras tengamos una política que no contemple las necesidades de la población infantil, lo mínimo que tenemos que hacer es dejar que galopen por casa y vecinos y vecinas tienen que ser lo más empático posibles con esta situación”:
Pone de relevancia la importancia del nivel socioeconómico de las familias a la hora de hablar de cómo afectan estas crisis. Nos dice Amaia que“la capacidad de decisión individual es una cosa bastante utópica” cuando existen tantas diferencias de condiciones de vida que influyen en los actos diarios de los individuos. Cree que todo está condicionado por cómo le toca vivir a cada uno y que “es un poco falaz pensar que cualquiera puede llevar a cabo cualquier actitud solo con pensamiento positivo”.
“Las cosas quizás se pueden hacer algo diferentes”, reclama Amaia. Opina que “tenemos un comité de expertos tiene un perfil altamente técnico, pero nos estamos olvidando de que esto es una crisis social”. En este sentido se lamenta de que no sabemos qué es lo que nos estamos dejando en el camino. Cree que es necesario mirar a otros países que sí que tienen más en consideración el tema de los más pequeños. Cree Amaia que se podría “permitir que niños y niñas salgan a la calle acompañadas de una o dos personas adultas”. Mira a otros países como Alemania, que son más flexibles en este sentido: “Se permite que niños y niñas se relaciones con las mismas personas con las que empezaron el confinamiento”.