Maggie Civantos: "La cultura es de primera necesidad mental"
La actriz vuelve a interpretar a Macarena en 'Vis a Vis: El Oasis', la despedida al personaje que la ha acompañado durante todos estos años y del que tanto, dice, ha aprendido. "Tiene el final que se merece, quiero lo mejor para ella siempre, camina hacia la luz y el amor", confiesa sobre esta nueva entrega de la serie
Madrid
Cuando creíamos que la serie ya había acabado para siempre después del emotivo final de la cuarta entrega, llega una nueva tanda de episodios de 'Vis a Vis'. Siempre se dejó la puerta abierta para darle un desenlace a las protagonistas fuera de la cárcel. Y esa aventura se titula 'Vis a Vis: El Oasis' y llega el próximo lunes a Fox. En esta vuelta ha pesado mucho el empuje de los fans, de la llamada Marea Amarilla, para saber qué ha sido de las protagonistas al salir de prisión, cómo es su vida sin estar entre rejas. Con un salto temporal de varios años, Zulema, el personaje de Najwa Nimri, y Macarena, a la que interpreta Maggie Civantos, amigas y enemigas, se embarcan en una nueva aventura con la promesa de dar su último gran golpe y huir.
¿Había una necesidad creativa o más emocional para volver con esta temporada?
Para mí era una necesidad incompleta. Por circunstancias, yo en la tercera temporada me quedé en una lavadora -risas-, en la cuarta me desperté de un coma. Macarena se ha visto inmersa en situaciones muy frenéticas y no había dado tiempo a contar una historia, que estaba incompleta. La historia de enemistad y de amor-odio de estos dos personajes. En esta temporada me quedo con esto, esta es la esencia, rescatar el amor-odio de Macarena y Zulema. Y lo hemos podido contar y eso me ha hecho, de alguna forma, liberarme de una espinita que tenía desde hace mucho tiempo. Ya llevamos cinco años con este proyecto.
¿Qué te ha dado Maca, qué has aprendido de ella y cómo te ha cambiado como actriz?
Por supuesto, Macarena y ‘Vis a Vis’ me dieron la visibilidad, me facilitaron cosas en mi carrera, abrieron una puerta grande. A nivel personal, es un personaje que me ha hecho reflexionar mucho sobre el equilibrio, las contradicciones, sobre la convivencia de energías, -a lo mejor me pongo muy intensa, avisa entre risas-, entre la luz y la oscuridad, el yin y el yang. Por ejemplo, en esta temporada empecé a leer sobre taoísmo, buscando un poco ese equilibrio y la convivencia que tenía que haber entre estas dos fuerzas, sobre el amor, el odio. Cómo tenía el personaje que equilibrar eso y convivir con su enemigo. Me parecía tan complejo que no podía pensarlo, intenté documentarlo y leer, pero había algo que tenía que sentirlo. Y surgió en el set casi sin darme cuenta, de una forma inconsciente, venían cosas y sensaciones que pude entender.
Creo que me ha enseñado que es posible esa convivencia y lo he experimentado. Todos estos hechos de eso, y no se malo ni juzgable, solo hay que estar equilibrados. Me ha enseñado también a meditar porque buscaba en esta temporada a una Macarena más serena. Esto implica muchísimo, porque implica también como percibes el mundo. Me gusta mucho el final de Macarena porque camina hacia la vida, y emprender ese camino es siempre más amoroso, de muchísima luz. Experimentando todo esto y viajando con el personaje, he aprendido mucho de la vida. Han sido tantas cosas, también pueden convivir la fuerza y la fragilidad. Encontré en mí una guerrera al interpretar a Macarena, saber que tenía más fuerza de la que pensaba.
¿De qué trata esta temporada, del fracaso o de la gestión de la libertad?
Creo que va de la no libertad, porque ellas son esclavas de sí mismas, de sus decisiones. Con esa adrenalina de tomar decisiones rápidas y erróneas, se han hecho esclavas de sí mismas. Me hace pensar que esta serie, el éxito que tiene y siendo unas situaciones extremas, hay un lugar común para todos: el fracaso. El fracaso al que siempre nos tenemos que enfrentar en nuestro día a día, y nuestros miedos. Se tienen que superar todo el tiempo. Es una antiheroína o heroína dependiendo las circunstancias. En esta temporada todo pasa en 24 horas y todo sale mal, en el último atraco, todo sale mal. Macarena tiene una necesidad de liquidar esta historia y empezar una vida nueva pero todo se complica. Parten desde el fracaso pero ya veréis que para Macarena hay luz al final del camino. Eso me gusta mucho porque creo que en este personaje todavía hay esperanza y amor. Si pudiéramos verla después, creo que sería una personaje que aprendería y de los errores y cambiaría. Tiene un final que se merece, quiero lo mejor para ella siempre y por eso esta temporada he trabajado mucho el amor.
Cómo fue el rodaje, porque fue entre Madrid y Almería, pero con tantas líneas temporales, imagino que es una locura…
El rodaje fue un poco locura y, por momentos, era difícil porque está todo muy fragmentado. Era complicado visualizar porque había mucho de montaje, pero al final, te olvidas de todo y te centras en lo que tienes que trabajar. Fue divertido porque la parte de Almería, estar en esos lugares tan mágicos y tan potentes ya te colocaba en un lugar que sabías que el resultado iba a ser positivo. Y te daba mucha fuerza para incorporarlo en tu acción. Cuando hemos grabado en plató, también muy bien. Ha sido loco porque ha sido muy disperso, con secuencias muy cortas, pero luego las secuencias que se detienen con Macarena y Zulema, aunque no hay muchas, sí me quedo con cuatro o cinco que ha sido una gozada interpretar. Además hemos podido trabajar la esencia misma de la relación, ese amor-odio en una misma secuencia. Ya con eso, para mí, me ha hecho crecer y aprender mucho, que es lo que miro cuando acabo un rodaje, saber que he evolucionado como actriz y como persona.
¿Cómo llevas la relación más cercana con la audiencia, con todas esas fans y todos esos fans del fenómeno, de la marea amarilla?
Ahora la relación se estable de una forma más estrecha a través de las redes sociales. Tienes ese feedback, sabe lo que opina la gente. Me gusta mucho leer hasta cierto punto, cuando es el estreno, luego ya no, porque es una locura. En estas series el fenómeno ha sido tan potente que hemos hecho otra temporada por el público. Y eso es tan bonito, no creo que ocurra con esa pasión siempre. La Marea Amarilla ya tiene su nombre y apellido, su entidad, fue un acto de amor tan bonito que estaré eternamente agradecida. Gracias a ellos hemos podido grabar esta parte y darle un final. Tengo mucha curiosidad por saber qué piensan, no es miedo porque sé que va a gustar, pero no sé si es lo que esperan. Hay incorporación de personajes nuevos, de aire fresco, yo creo que ha sido muy inteligente llevarlo por ahí. Pero la esencia de la serie está, el ritmo frenético, la adrenalina, la acción, la humanidad de los personajes. Es ‘Vis a Vis’ 100%. Pero no van a estar sus presas, Tere, Solé… es otra historia, la historia del después. Es una despedida, y sabiendo esto, yo creo que la gente lo va a vivir con mucha pasión, como nosotras.
Y por último, qué paradoja de nuestro tiempo, salvando todas las distancias y sin ningún tipo de frivolidad, hemos visto cuatro temporadas, la audiencia en su casa, de unas mujeres encerradas y ahora que ellas están en libertad y en una huida, somos nosotros, los espectadores, los que las vemos confinados…
Tengamos un grupo de chicas de ‘Vis a Vis: El Oasis’ e hicimos una videollamada el primer día del confinamiento. Y les decía: a pesar de todos estos años, no hemos aprendido nada de estar en la cárcel. Curiosamente vamos a ver a estos personajes en libertad cuando estamos confinados, esperemos que pase pronto y que esté todo bien. Lo más importante es que no nos venza el miedo. En casa podemos hacer muchas cosas, podemos estar muy creativos, pero me preocupa la reacción en el futuro. No hay que olvidar que tenemos que ser precavidos pero no podemos estar aterrorizados. El miedo es lo que destruye al hombre. Si ya no teníamos bastantes cosas, ahora esto es como un plus. En estos días pienso mucho en eso. Pero bueno, creo que la serie va a hacer que estos días sean más amenos. Y también que nos sirva para pensar lo importante que es la cultura, que en estos días de confinamiento es donde nos estamos refugiando todos. El 90% de la población está en eso, ojalá tengamos un apoyo. No sé si es de primera necesidad, pero sí de primera necesidad mental, para no volvernos locos ¡Arriba la cultura¡
José M. Romero
Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...