Un rescate en Teherán siempre es peligroso
Como bien sabemos, hay circunstancias en las que es mejor estar encerrado que salir. Hoy vamos a recordar un encierro muy largo y sus trágicas consecuencias
Planear un rescate en Teherán no es buena idea
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En febrero de 1979, en Irán había caído el gobierno del Shah y se había instaurado una república islámica liderada por el ayatolá Jomeini.
En noviembre de ese mismo año, y como represalia por haber acogido al Shah en Estados Unidos, unas 3.000 personas atacaron la embajada de este país en Teherán. Una vez ocupada, tomaron como rehenes a 66 personas. 13 de los rehenes fueron liberados por Jomeini, por ser mujeres o afroamericanos, colectivos que el ayatolá veía como poco sospechosos de ser espías. El primer ministro exigió que los americanos devolviesen al shah para que pudiese ser juzgado, algo a lo que el gobierno de Jimmy Carter se negó.
Al final, el gobierno Carterdecidió sacar a los rehenes por la fuerza, montando una operación de rescate para el 24 de abril de 1980. No sólo salió horriblemente mal, sino que 8 de los soldados murieron y sus cuerpos fueron exhibidos como trofeos por los iraníes.
Este golpe en el prestigio nacional resultó irrecuperable para la administración demócrata, que acabó perdiendo las elecciones ese mismo año contra Reagan, que incluyó entre sus promesas electorales la vuelta de los americanos presos en Irán. En enero de 1981, cuando Reagan era ya presidente, fueron liberados. Según parece, Reagan había saboteado los intentos de la administración anterior para así asegurarse la victoria electoral; o, visto de otra manera, que una de las consecuencias del fracaso del rescate el 24 de abril fue la presidencia de Ronald Reagan. Ah, por cierto, entre los asaltantes a la embajada estaba un tal Mahmud Ahmadineyad.
