El primer libro fue publicado en 2013 solo en formato online y su gran acogida hizo que diera el salto a las estanterías. Con más de un millón de libros vendidos, la historia de Elísabet Benavent llega ahora en formato serie a Netflix con el retrato de cuatro treintañeras que no tienen muy claro su lugar en el mundo y que tratan de encontrar esa estabilidad que tanto ansían. Al igual que en el primer libro, conoceremos a Valeria, una escritora en crisis que no atraviesa un buen momento personal y amoroso, pero que cuenta con un grupo de amigas con el que tratará de solventar todos los obstáculos que le impiden ser feliz. Conocida en redes sociales como Beta Coqueta, Elisabet plasmó en las novelas de Valeria parte de sus inquietudes y esas tortas que le ha ido dando la vida desde que se mudó a Madrid, con lo que creía que ya tenía una vida encaminada. “En aquel momento tenía 25 años, había venido de Valencia, me acababa de casar, se supone que ya tenía un planteamiento de vida en el que de ahí a los 30 tenía que conseguir todo lo que quisiera, porque se supone que a los 30 ya es tarde. Y tienes esa presión encima que la volqué en los personajes de la saga. Cada uno de ellos, que tienen esas presiones de tener que saber quiénes son a esa edad, se hacen la misma pregunta por distintos caminos”, explica la directora por videoconferencia. Un total de cinco libros en los que la escritora ha plasmado el día a día de estas amigas muy distintas con problemas muy comunes. Netflix llamó a la puerta de Elísabet y ella también entró a formar parte del equipo, integrado casi en su totalidad por mujeres, para su adaptación. “Hay que hacer un ejercicio que para un escritor puede ser muy duro, aprender a soltar el personaje. Lo sueltas un poco cuando publicas el libro porque deja de ser solo tuyo para ser de todo aquel que lea el libro. Pero ya cuando lo coge alguien parra hacer algo con él, ya es más complicado, te tienes que alejar. No quería ser la típica madre que va todos los días al colegio a hablar con el tutor. Quería dejar que mi niña corriera un poco y se hiciera mayor, y también desarrollar la curiosidad de quién es esta Valeria” En la serie conoceremos la vida de esas cuatro amigas en las que las relaciones amorosas juegan un papel fundamental. Valeria es una joven frustrada por no ser capaz de escribir su novela, pero además está viviendo una crisis con su marido que provocará que se plantee su relación. En el centro de un elenco poco conocido, Diana Gómez es la actriz que se pone en los zapatos de Valeria, una mujer confundida entre dos hombres, principal detonante para que ellas desarrollen sus aprendizajes en esta crisis de los 30. “Lo bueno de tener tantos personajes, tanto las chicas como los chicos, enseña problemáticas distintas y distintas formas de abordarlo, de preocuparse e intentar gestionar todo esto que le pasa un poco a nuestra generación. Nos habían prometido cierta estabilidad emocional, económica o laboral, y está bien enseñado los distintos acercamientos a esta cuestión”. Las amigas de Valeria representan, aunque estereotipadas, distintos rasgos de personalidad para completar a la protagonista. Lola es la más alocada, Nerea es una lesbiana que aún no ha salido del armario en casa y Carmen es la más naif y miedosa. Las interpretan Paula Malia, Silma López y Teresa Riott. “La serie bebe de esta cualidad aspiracional en la que los colores son preciosos, las casas, la ropa… pero equilibra muy bien la balanza que loos conflicto sean tan actuales, como la vivienda, dar un paso más en una relación amorosa, estar en crisis de pareja, estar en un trabajo que no te gusta. Es una realidad muy actual que incluye historias muy necesarias y te puedes identificar con los personajes, empatizar con sus conflictos”. A pesar de estar basada en el libro, la ficción se ha actualizado con algunos temas que han evolucionado estos años, se incluyen referencias al feminismo en los diálogos e incluso discusiones sobre el Me Too. Una inclusión, la del feminismo, mayor que la que se refleja en los libros, donde las protagonistas basan la búsqueda de felicidad en las relaciones amorosas. Es algo que Elisabet Benavent, al ver cómo ha ido cambiando la sociedad, quería que estuviera muy presente. “Ahora mismo, con 35 años y aprendiendo a ser mujer cada día, hubiera volcado más fuerza en las mujeres, más la búsqueda de una misma que el amor, pero en la serie se han actualizado de forma muy eficaz. Había que modernizar el libro y los personajes. Esa búsqueda tan Disney que hacen del amor en el libro. Ahora escribiría mujer más conscientes del poder que tienen”, confiesa. Una modernización que también ha llegado a los personajes masculinos. Maxi Iglesias, que interpreta al tercero en discordia en la relación de Valeria, tiene muy claro que el galán déspota que seduce a las mujeres ya no tiene cabida en la ficción. “Está viendo una visibilidad mucho mayor que antes, el galán ya no es un déspota que trata a la mujer como si se tiene que acercar a él sí o sí, y el marido tampoco es un desastre, hay muchos puntos medios que se están contando ahora”. Madrid es un personaje más con un tratamiento visual casi ilusorio. Un marco estético para destacar esa generación Instagram en la que todo parece perfecto y glamouroso de puertas para fuera, pero esconde los conflictos con los que nos encontramos día a día.