¿Priman las compañías aéreas la rentabilidad frente a la seguridad?

Madrid

La guardia civil ha abierto hoy investigación a la aerolínea por el comportamiento vivido a bordo del Iberia Exprés 3838, que cubría una ruta entre Madrid y Las Palmas, después de que los pasajeros denunciaran que el avión iba lleno, lo que supone una violación de las distancias mínimas de seguridad estipuladas desde que comenzó el Estado de alarma. Sin embargo, el problema, además, reside en la maraña normativa. Por un lado, el Real Decreto del 14 de marzo, por el que se estableció el Estado de alarma, señala que hay que mantener una distancia mínima, pero no especifica exactamente cuál, por lo que lo deja a la interpretación de las aerolíneas. Pero este lunes ha entrado en vigor una norma que sí especifica el aforo máximo –un 50%- pero esto solo se aplica en las rutas interinsulares.

Javier Gándara, Presidente de la Asociación de Líneas Aéreas, explica en Hora 25 de los Negocios que los vuelos entre la península y las islas aún son contados, solo los esenciales, porque sobre ellos aún pesa el Estado de alarma, mientras que los interinsulares ya se rigen por la fase de desescalada. Con todo, Gándara defiende la seguridad sanitaria en los vuelos: “el aire dentro de los aviones se renueva cada 2-3 minutos y las compañías aéreas, además de tener equipos de protección para nuestros tripulantes, estamos desinfectando las aeronaves con regularidad”. “Al final, es intentar mitigar algo que es bastante poco probable que suceda” defiende Gándara y señala que, en estos momentos, con pérdidas millonarias “no estamos hablando de rentabilidad, estamos hablando de supervivencia”.