El icono
Solo desde un sentimiento de impunidad absoluta, desde una concepción patrimonialista del poder, es posible que no le salten las alarmas a la propia presidenta Ayuso, al equipo que la rodea o al partido

Madrid
El PP de Madrid cambia de caras pero la inercia de mezclar lo público y lo privado parece llevarla en el ADN y en el desparpajo con el que considera normal que a la presidenta del gobierno regional le alquile dos apartamentos de lujo, a precio de ganga, un empresario con el que la Comunidad hace o puede hacer negocios en cualquier momento. Solo desde un sentimiento de impunidad absoluta, desde una concepción patrimonialista del poder, es posible que no le salten las alarmas a la propia presidenta, al equipo que la rodea o al partido. Y tambien es tradición que cuando la situación se convierte en noticia, se sucedan las versiones, los errores en los documentos que aparecen y desaparecen, y la culpa al mensajero por considerar, como mínimo poco estético, mezclar un alquiler personal con el coronavirus, y que de paso promociones en tus entrevistas a la marca que te ha hecho el favor. Siendo la Presidenta. Ya tenemos un icono, sí.
Convienen las explicaciones y además que sean explicaciones rápidas y claras. Porque lo último que necesita este pais en plena pandemia es inestabilidad y polémicas políticas. Tanto en España como en la Comunidad más golpeada por el virus.




