La desesperación de los comerciantes vascos: "No pensamos en beneficios a fin de año, pensamos en subsistir"

Madrid

Desde el pasado lunes, todo el territorio del País Vasco se encuentra en la fase 1 de la desescalada, lo que significa que, entre otras cosas, los establecimientos comerciales ya han podido abrir sus puertas en las tres provincias (Álava, Guipúzcoa y Vizcaya), sin necesidad de cambiar sus horarios habituales.

Comprar en tiendas de ropa y otros comercios con menos de 400 metros cuadrados sin cita previa ni atención individual ya es posible. Las tiendas permiten un aforo de hasta el 30%, pues será necesario mantener una distancia de seguridad mínima de dos metros en el interior. Pese a que, para realizar compras tampoco hay franjas horarias concretas, sí existe un horario de atención preferente para personas mayores. Además, los comerciantes tendrán que desinfectar dos veces al día el local.

Además, el Gobierno de Sánchez anunció el pasado sábado a través del Boletín Oficial del Estado (BOE) su visto bueno a la celebración de rebajas evitando aglomeraciones.  Así, cualquier comerciante podrá decidir si colgar o no el cartel de descuentos en su comercio. Rafael Gardeazabal, dueño de la tienda Sastrería Derby y presidente de la plataforma de comerciantes Bilbaodendak, la plataforma de comerciantes más grande de Euskadi, ha apuntado al respecto que no lo hará. Gardeazabal asegura que hay que tener en cuenta que "muchos comercios lo están pasando mal y tendrán que aprovechar cualquier acción comercial".

"No es el momento oportuno"

"Creo que las rebajas son una acción positiva para el comercio, pero en el momento oportuno, que será un poquito más adelante", ha apuntado. De igual forma, este comerciante ha aclarado que "las rebajas no existen desde 2012, porque se liberalizaron  y hoy en día pueden realizarse desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre cuando uno quiera". Si bien es cierto que, como señala, "la costumbre ha hecho que se lleven a cabo desde el 1 de julio".

Gardeazabal reconoce que, en este sentido, "no se puede competir con precios de temporada normal de grandes marcas". Por lo que, asegura, hay que entender a quien lleve a cabo cualquier acción comercial a partir de ahora, debido a la situación económica en la que se encuentran muchos pequeños comercios.

"Es más importante la salud"

En su caso, lleva desde el pasado lunes tras el mostrador de su mercería, atendiendo personalmente bajo las restricciones marcadas, "pero es como tiene que ser, tenemos que tener responsabilidad empresarial porque ningún comercio debe ser un foco de virus", ha asegurado.

Para este comerciante "es más importante la salud que la economía" en este momento, y ha apuntado que "ya llegará el momento de vender y recuperarnos, ahora es momento de ser responsables". Pese a todo, reconoce estar sorprendido por cómo la gente está acudiendo a comercios locales "casi como una especie de militancia social".