En el peor momento
A esta hora no existe ni una explicación mínimamente creíble de la ocultación del acuerdo a los otros partidos, ni de la rectificación nocturna del corta y pega. Ni nadie que asuma la responsabilidad de un episodio que resta credibilidad a chorros al Gobierno en un momento dificilísimo para nuestra economía y cuando más confianza se necesita.

La firma de Pepa Bueno_21/05/2020
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Madrid
Ayer a esta hora empezábamos a contarles incrédulos que, sin conocimiento de los agentes sociales -patronal y sindicatos -, ni de los partidos -PNV o Ciudadanos-, que habían apoyado la prórroga del estado de alarma, el PSOE y Unidas Podemos habían pactado con Bildu la derogación integral de la reforma laboral, a cambio de la abstención abertzale en esa votación. Y poco después de terminar el programa, llegaba una surrealista rectificación del PSOE, que en el urgente corta y pega anunciaba derogaciones de capítulos de la reforma laboral que ya están derogados.
Eso fue anoche. ¿Qué ha pasado a lo largo del día de hoy? Pues que los partidos que podrían darse por ofendidos mantenían a primera hora una actitud prudente. Silencio del PNV, Bildu diciendo que ya se hacían cargo de que la derogación tenía sus trámites y Ciudadanos esta mañana, en la SER, subrayando que ellos votaban ayer a favor de una medida para contener la pandemia y que ya se aclarará el Gobierno con sus otros líos.
De modo que en cuestión de pocas horas, emergía la grieta real y más peligrosa para la estabilidad del Gobierno: La doble versión de un gobierno de coalición. Iglesias diciendo que lo pactado era lo pactado -derogación íntegra de la reforma laboral- y la vicepresidenta Calviño diciendo esta tarde que sería absurdo y contraproducente abrir este debate en este momento y generar inseguridad jurídica.
Y todo esto sin que, a estas horas, un día después, exista una explicación mínimamente creíble ni de la ocultación del acuerdo a los otros partidos, ni de la rectificación nocturna del corta y pega. Ni nadie que asuma la responsabilidad de un episodio que resta credibilidad a chorros al Gobierno en un momento dificilísimo para nuestra economía y cuando más confianza se necesita.
La emergencia sanitaria y la actitud irresponsable y ventajista del PP y de Vox no lo justifican todo. Si estaban tan desesperados que se pusieron a negociar como locos y en todas las direcciones para sacar adelante el estado de alarma, que se hubieran subido a la tribuna y hubieran explicado al país que el hemiciclo se ha llenado de Torras que van a lo suyo. Y perder la votación con dignidad y poner a España ante el espejo. Mucho mejor que pretender engañar a todos con truquitos de serie C que solo alimentan la inseguridad y el desconcierto.




