En portada

Madrid

Va a sacar El País una colección con los tebeos de la infancia y la promoción lleva este eslógan: "Una españa de chiste". En este país -se lee en esa misma página- el humor siempre lo hemos llevado en portada. Y es verdad que el humor ha resultado un gran alivio en los peores momentos y aún ahora, cuando el escenario político se ha llenado de crispación.

Ahora cuando pretenden algunos patrimonializar las banderas, las palabras y hasta el estado de ánimo, piden luto mientras celebran el atasco en el centro de Madrid. Estaba exultante el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, en lo alto del autobús: "Esto es impresionante", decía.

Vox buscaba las portadas, y algunas tuvieron ayer, pero lo que más llevan las portadas son encuestas y en esas no aparece el auge del que hablan sus dirigentes.

La portada sigue siendo un lugar sagrado y por eso fue tan comentada ayer la de The New York Times, con los nombres de las víctimas. Al estilo de la que, sin tanta repercusión, ya había hecho antes el brasileño O Globo: un nombre y una frase. Esa es la idea más turbadora de la portada en este tiempo de tweets y de despedidas que no han podido ser: escoger la frase que acompaña al nombre. El resultado puede verse aún en la web del periódico.

Un hombre de Chicago fue emprendedor y aventurero. De una mujer de Nueva York se decía que era coleccionista de diarios y amante de las palabras. Un señor de Illinois era descrito como infinitamente curioso. De otra mujer se leía: conocida por su negocio de broches y ramilletes.

Una frase, al menos, para cada vida. Para recordar que la normalidad, si llega, no sólo será distinta por todo lo que haremos distinto. Sino porque se habrán ido, sin despedirles, muchos. Y en cada uno de ellos había una historia. Ese vacío será también la nueva normalidad.