Efecto del COVID19 en las pensiones

Madrid

Entre enero y mayo la Seguridad Social ha registrado 157.000 altas de nuevos pensionistas, un 22% menos que en el mismo periodo del año pasado, y han causado baja 205.000, un 17,5% en tasa interanual. Además, por primera vez desde que hay registros, se produce un descenso en el gasto entre dos meses consecutivos: en este caso, en mayo la factura total fue un 0,27% más bajo que en abril. Este es el impacto indirecto que, tanto a causa de la mortandad, como por los retrasos en los pagos que ha conllevado el cierre de oficinas, ha tenido el COVID19 en las arcas de la Seguridad Social.

Según explica en Hora 25 de los Negocios director del programa de pensiones de la London School of Economics, Diego Valero, “el número de fallecimientos que se han producido, para las cuentas de la Seguridad no son relevantes. Yo creo que la disminución 'simbólica' se debe, sobre todo, a que la economía durante estos meses prácticamente se ha parado, se han parado las gestiones que se hacen en todos los sentidos, y la gente, sobre todo personas mayores que están mucho menos acostumbradas a canales digitales, que tenían que utilizar estos canales como única vía para poder gestionar sus pensiones, no lo han hecho”. “De normal, fallecen en España al mes, alrededor de 20.000 personas mayores de 65 años, es decir, potenciales jubilados, y ahora, lamentablemente, con esta pandemia están falleciendo 8.000 más al menos. No es una cifra que haya desbocado la reducción en el pago de pensiones ni muchísimo menos” señala Valero.

Estos datos llegan, además, el mismo día que el Consejo de Ministros aprueba un crédito extraordinario de 14.002 millones de euros para la Seguridad Social. El objetivo de este préstamo es hacer frente a la caída de ingresos y el aumento de gastos derivados de las medidas excepcionales tomadas en las últimas semanas, como las exenciones de cuotas. El Ejecutivo realizará, además, un préstamo de 16.500 millones, sin intereses, a la Tesorería General de la Seguridad Social para afrontar el incremento de gasto provocado por la caída del empleo. “Para mantener este equilibrio presupuestario y seguir con este esfuerzo, de proteger a estos colectivos, ha sido necesaria la aportación de un crédito extraordinario del estado de 14.002 millones de euros a la Seguridad Social. Y también, para afrontar los gastos extraordinarios que se han provocado por el pago de las prestaciones por desempleo, fundamentalmente con motivo de los ERTE se ha contemplado en este Decreto ley la concesión de un préstamo máximo de 16.500 millones sin intereses para dar suficiente liquidez a la Tesorería General de Seguridad Social, de manera que pueda hacer frente a las mayores necesidades de gasto en desempleo que se provocan por el COVID-19” ha anunciado la ministra de Hacienda María Jesús Montero.