La pasta es lo que importa

Madrid

Paul Krugman luce en la solapa un Nobel de Economía, y puede presumir, además, de un sentido común encomiable. No morirse es importante para la calidad de vida, le leímos ayer en El País. Frase magnífica, que conviene grabarse a fuego cuando al Gobierno se le niega el pan y la sal por partidos que se autoproclaman patriotas para ampliar el estado de alarma, salvaguarda mínima que evite que los cafres con o sin bandera, y los hay a miles, asómense a la ventana si no creen al Ojo, vuelvan a contaminarnos con el maldito bicho.

Hiela la sangre oír a ciertos empresarios riquísimos, más de cuatro mil millones de euros le separan de los ciudadanos de a pie, decir fríamente que “Hay que acelerar todo lo posible la vuelta al trabajo”.

Otra vez Krugman: El PIB es lo de menos; el cometido más esencial de cualquier líder es mantener viva a la población.

Museo:"(Iglesias) carboniza el debate público con un matonismo desafiante e incendiario que recuerda la peor fase del período republicano". Ignacio Camacho. ABC.