El día que un grupo paramilitar mató a 120 estudiantes en México

Las universidades siempre han sido focos de rebelión, igual que los servicios secretos norteamericanos han acostumbrado a alinearse con la represión. Un trágico ejemplo de estas dos tendencias tuvo lugar el 10 de junio de 1971 en la capital de México.

Los estudiantes mexicanos venían de una época de represión que había hecho que varios de sus líderes se hubiesen tenido que exiliar.

La CIA, la oficina de servicios secretos norteamericana, había colaborado activamente en la creación de un grupo paramilitar. Este grupo, conocido como “Los Halcones” estaba formado por jóvenes reclutas que eran seleccionados por ser “gente resentida, que pudiese incurrir en el asesinato sin remordimientos”. Debidamente armados y entrenados en Estados Unidos, estaban listos para servir al gobierno, particularmente en situaciones de control de masas.

Y el 10 de junio se dio tal ocasión. Los estudiantes que se estaban manifestando en la ciudad se encontraron las calles cortadas por el ejército e incluso por tanques. Entonces entraron en escena los halcones, que en principio usaron armas de contacto, como varas de bambú y porras, pero los estudiantes consiguieron repelerlos. Probablemente esto espoleó aún más su ira. Volvieron al ataque y esta vez con armas de fuego. La policía, que estaba presente, simplemente actuó como espectadora. Más de 120 estudiantes de entre 14 y 22 años fueron asesinados. Nunca nadie fue llevado a la justicia por los hechos.