Maneras de decir adiós
La pandemia nos ha obligado a mirar de otra manera lo que teníamos, a forzar los recuerdos para invocar los buenos. Por eso tiene más mérito cuando, en mitad del dolor por los que se van, somos capaces de decir adiós con una sonrisa
Maneras de decir adiós
02:07
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1591940535_606082/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
Nos enseñaron enseguida a saludarnos, a no abrazarnos ni darnos la mano, a chocar el codo o el pie. Pero el aprendizaje más difícil no eran los saludos, sino las despedidas. Y llevamos muchas.
Desde que empezó la epidemia han muerto en España más de 27.000 personas y muchas de ellas no pudieron decir adiós a sus más cercanos. La pandemia nos ha obligado a mirar de otra manera lo que teníamos, a forzar los recuerdos para invocar los buenos. Por eso tiene más mérito cuando, en mitad del dolor por los que se van, somos capaces de decir adiós con una sonrisa.
Maneras de decir adiós. Hoy en El Periódico describe Josep Maria Pou su viaje con la Sardà a Santo Domigo. "Al llegar, preguntó el funcionario de aduanas: ¿Es usted la señora Sorda? "Rosa y yo nos miramos sin entender", cuenta Pou.
El aduanero, que confundió la a con la o, insistió: ¿Es usted la señora Sorda? Y Rosa, rápida, ágil, intuitiva, preguntó acercando el oído al mostrador. ¿Cómo?. El funcionario volvió, cuenta Pou, ya a voz en grito: que si es usted Rosa María Sorda. Y Rosa, seria, contestó: Claro. Sorda, es evidente, ¿no? Durante aquellos días del Caribe, siempre se presentó como la señora Sorda. En fin, recuerdos.
Hacen falta esas historias, igual que aquellas frases que acompañaban a cada muerto en la portada del New York Times para ponerle la dimensión humana a cada cifra, e intentar no perder la sonrisa ni siquiera en lo peor: cuando toca decir adiós.