El peso de las evidencias comienza a imponerse

Madrid

El peso de las evidencias comienza a imponerse. Ayer, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero oficializó la primera de ellas al reconocer que el Gobierno necesita apoyos más amplios para afrontar lo que se avecina. Espero que el mismo peso de la evidencia permita en breve, tal vez hoy mismo, el acuerdo sobre los ERTE.

Asimismo, cada día que pasa se hace más evidente que la salida de la crisis no puede limitarse a taponar las vías de agua que se han abierto en este tiempo de paralización, con ser eso lo más acuciante. Se trata de algo más, de hacer lo que en el fútbol llaman un control orientado que abre camino que perfila en la dirección correcta: reconstruir para relanzar.

Por ahí van los planes que proyectan los principales países europeos y la propia Comisión con su green deal y sus actuaciones industrializadoras y de otro tipo. Y por ahí veo que van, de forma esperanzadoramente unánime, también los nuestros.

El borrador que prepara el Gobierno para su presentación en Bruselas prevé una fortísima inversión pública que arrastre a la inversión privada en proyectos que según dice el texto, al que accedió 'El País' actúen como tractores capaces de transformar y modernizar nuestra economía y nuestra sociedad.

Son propósitos que muy pocos van a discutir. En época de vacas flacas todos se convierten al keynesianismo.

La pelea que se avecina va a estar en los ingresos. Por un lado, veremos cuánto y en qué condiciones nos llega el dinero europeo. Por otro, como se libra la batalla impositiva que promete ser muy dura. Confío en que los partidarios de bajar los impuestos, hagan lo que están haciendo los partidarios del cuanto menos Estado mejor: hacerse un lado entender que este no es su momento.