Olivier Assayas: "El cine está en decadencia y ahora todo está en la red"
El director francés estrena 'La Red avispa', un thriller de espionaje que va directamente a Netflix, y que cuenta el caso real de los Cinco Cubanos, detenidos en Miami en los noventa
El tandem Oivier Assayas y Edgar Ramírez salió triunfante de su primer encuentro, Carlos, la serie que cuasó fervor y críticas en Cannes sobre El Chacal, el conocido terrorista venezolano. Un thriller milimetricamente orquestrado, con una interpretación soberbia y con polémica y cuestiones éticas y morales, algo que el director francés, ha querido repetir en La Red Avista, una película sobre un hecho real, el de los cinco espías cubanos detenidos en Estados Unidos en los años noventa.
El resultado es bastante diferente. Menor conseguido el ritmo y el encaje de diferentes géenros, el thriller de espionaje, la crónica social y política de uno de los países que más controversia genera todavía hoy, Cuba, y un melodrama familiar. Todo eso es La Red Avispa, una película que llegó abruptamente a Venecia y que Assayas tuvo que remontar después. En esta versión final, que se estrena en Netflix directamente sin pasar por los cines, hay una mirada a estos cinco cubanos, héroes para una parte del país, terroristas para la disidencia castrista afincada en Miami
Assayas ha fichado a los mejores actores de habla hispana. Edgar Ramírez es el protagonista y Penélope Cruz, Olga, su esposa, que consigue envolvernos de nuevo en una de sus interpretaciones de acentos más logrados. Junto a ellos, Gael García Bernal, Leonardo Sbaraglia, Warner Moura, el de Narcos, y Ana de Armas.
Ha regresado al cine de acción y al universo de América Latina, después de Carlos, ¿qué le ha intereso de esta historia real de los Cinco Cubanos?
Lo que me interesó fue que no conocía mucho esta historia y la descubrí y me quedé asombrado. Me recordó de hecho a Carlos, que haciendo la película yo fui descubriendo cosas que hacían que pudiera hacer una película sobre la historia contemporánea de un manera profunda. Creo que me interesaba volver a eso, a contar algo contemporáneo, que me permitiera hacer una investigación histórica y que tuviera una dimensión humana. Al final too se reduce a ser una historia de pareja. La de Edgar Ramírez y Penélope Cruz, por un lado, y la de Ana de Armas y Warner Moura. Esas historias de pareja atravesadas por un drama histórico, que me apasionaban.
La película que se estrena ahora es una versión diferente del montaje que vimos en Venecia, ¿Por qué decidió cambiarlo? ¿Qué cosas no funcionaban?
La dificultad del rodaje hizo que toda la postproducción de la película fuera muy largos y complejos. Acabamos el rodaje a finales de mayo y tendimos que entregarlo en Venecia en julio. Fue todo demasiado rápido, pero ir a Venecia era una prioridad importante para los productores, porque Venecia te abre las puertas. Eso hizo que redujera mi tiempo para el montaje y para trabajar bien en la película. La primera versión carecía del ritmo que yo quería darle y el montaje dificultaba la comprensión de algunas cosas de la historia. Por eso lo volví a montar para los espectadores.
Citaba a Edgar Ramírez, junto a él están los grandes actores latinos, los más conocidos en Hollywood, una especie de Vengadores del Cine Latino… ¿Fue difícil conseguir el casting?
He tenido muchísima suerte. Escribí la película pensando en Edgar Ramírez, porque hemos trabajado muy bien juntos en Carlos. Y quería que el personaje de René fuera para él. Es capaz de darle un tono diferente, de un padre de familia, que engaña a su mujer, a su familia y que, al mismo tiempo, tiene un sentimiento profundo de solidaridad con su país. Después quería conseguir a Penélope Cruz, un papel esencial para la película. Ella aceptó enseguida. A parir de esa pareja, que es muy potente, fuimos añadiendo el casting, con Gael García Bernal, al que yo he seguido mucho y con el que tenía ganas de trabajar. También Warner Moura, que es un actor fantástico, con una personalidad fantástica, y Leonardo Sbaraglia, con el que me he reencontrado también. Y quizá el encuentro más sorprendente ha sido el de Ana de Armas, porque yo no conocía su trabajo, es muy joven y desde el principio fue muy fácil trabajar con ella. Y ahora mira cómo va subiendo su carrera.
Decía que ha sido un rodaje duro, ¿cómo ha sido trabajar en Cuba? ¿Ha sido complicado rodar? ¿Se sentía espiado?
Pues lo primero es que no puedo decir nada más que agradecer a las autoridades cubanas que nos dejaran rodar allí. Si no hubiéramos tenido permiso para grabar en Cuba nunca habríamos hecho esta película, tanto por razones económicas como artísticas, porque es imposible recrear La Habana. Evidentemente, es un país que vive en condiciones difíciles, con una población que sufre y donde hay muchas cosas limitadas. Es difícil rodar una película en esa situación, donde no hay acceso a muchas cosas que necesitas para rodar: helicópteros, barcos… donde faltan cosas para lograr la parte técnica que necesitábamos para recrear esta historia ambientada en un momento político actual. Pero hubo cosas maravillosas, pudimos conocer a los protagonistas de esta historia, a René, a Olga, a sus hijas. Para mí, eso fue primordial para rodar la película, porque además yo no estaba familiarizado con Cuba. Al principio, lo cierto es que no fue fácil para ellos confiar en un director francés para hablar de un hecho de su historia reciente que causa estragos porque es un mito para ellos. Imaginate que en Miami se les conoce como Los cinco cubanos, pero en Cuba se les llama Los cinco héroes.
Es una historia de amor, pero sobre todo es una historia política, que habla también de la injerencia política de Estados Unidos en Cuba en un momento muy concreto de su historia, ¿cómo cree que esa injerencia ha influido en la situación del país hoy?
Bueno, yo no soy analista político, aunque opino modestamente. Es verdad que Florida haya sido determinante para la política. Eso ha sido difícil para una pacificación entre Cuba y Estado Unidos. Además, está el bloqueo y eso ha hecho que haya habido épocas muy duras entre ambos países. Ese bloque es muy duro, muy violento hacia Cuba. Y luego todo ese boicot de los cubanos en Miami que buscaban romper el turismo de la isla. Por otro lado, todo lo que ocurre en el país, con la poca libertad de movimiento. Yo solo tengo palabras de agradecimiento para el pueblo cubano.
En España la película no pasará por cines, irá directamente a Netflix, por el COVID19, ¿qué opina usted de esta convivencia entre plataformas y salas? ¿Está usted abonado a Netflix?
La película debía estrenarse en salas. Pero es verdad que se han anulado todos los estrenos, por el coronavirus. Así que hay que reconocerle a Netflix la oportunidad de dar contenidos a una parte del mundo en este confinamiento, algo que le ha dado más público a muchas películas. Hoy en día el cine está en decadencia y ahora está todo en la red, así que le doy las gracias a Netflix de estrenar esta película, en estas condiciones. En Francia hemos tenido más suerte, sí se estrenó la película en salas de cine.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...