¿Y cómo hemos cambiado?
Así estamos después de tres meses en los que se han ido muchos. Y son esas ausencias las que van a quedar. Ahora se acaba del estado de alarma. Nueva etapa y nueva estación, que mañana empieza el verano. Resultó premonitorio entonces aquello que cantaba Pau Donés y la primavera que no llega
:quality(70)/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisaradio/ZOI3C3FJ3JJ6PIEDDAT4Y7YVNI.jpg)
¿Y cómo hemos cambiado?
03:24
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1592548668_463593/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
Hemos escrito de todo en este diario: el desasosiego del principio, cuando pensamos que sería cosa de quince días. O de un mes. Y los aplausos de las ocho y la salida por fases. Aquel rato que nos dijeron que a los niños sólo los podríamos llevar al súper. La ansiedad por hacer todas las cosas que queríamos hacer hasta que fuimos haciendo lo que pudimos. ¿Cómo hemos cambiado en estos 97 días? Hemos preguntado a un psicólogo que atiende a médicos, porque muchos sanitarios han necesitado ayuda psicológica.
Al principio era miedo, miedo físico. Estrés, nos decía Antoni Calvo, director de la Fundació Galatea. ¿Y ahora? ¿Qué les preocupa ahora? Que, aún sin haberse recuperado del agotamiento, volvamos al punto crítico en el que estuvimos.
Y nosotros, ¿cómo hemos cambiado? Escribió Víctor Lapuente que pareció que la gente se volvía de entrada más de izquierdas: defendíamos la importancia de lo público. Todos keynesianos. Pero decía también Lapuente que estas crisis, aún de manera inconsciente, nos hacía más conservadores. Llamaba a encerrarnos en nuestra tribu.
Y es curioso que pese a toda la crispación, o quizá por ella, no se ha movido mucho el tablero electoral, nos dice el investigador de Metroscopia Francisco Camas., porque la polarización hace que cada bloque, la izquierda y la derecha, se compacten y haya habido pocos movimientos. Crispación política, crisis económica y temor sanitario.
Así estamos después de tres meses en los que se han ido muchos. Y son esas ausencias las que van a quedar. Ahora se acaba del estado de alarma. Nueva etapa y nueva estación, que mañana empieza el verano. Resultó premonitorio entonces aquello que cantaba Pau Donés y la primavera que no llega.