Cuando se enteren de que están de acuerdo...
Es casi cómico el juego de feroces debates que se producen cuando resulta que, prestando un poquito de atención, todos dicen los mismo. Claro que hay diferencias, pero, ¿han reparado en el inmenso tesoro que significa disponer de un acuerdo de objetivos y de ruta de esta naturaleza?
La opinión de Iñaki Gabilondo. / BEA POLO
Madrid
Cada día está más claro lo que hay que hacer y cada día está más claro lo que no hay que hacer. Lo primero que hay que hacer es minimizar los estragos. Y en este capítulo, hasta los mayores enemigos del Gobierno tendrán que aceptar la rapidez con la que este se movilizó en ayuda de los más desfavorecidos; lo que evitó una catástrofe en el envite inicial del tsunami. Fue el llamado escudo social: medidas para autónomos por cese de actividad, trabajadores temporales, empleadas de hogar, moratorias para pago de alquileres, sobre todo el ingreso mínimo vital. Y los ERTE, cuyo acuerdo de prórroga espero que se vaya a alcanzar.
Cuando se enteren de que están de acuerdo...
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Y no menos claro que este escudo social es el modo de abordar la siguiente fase, la de la recuperación porque también en esto, las recetas son coincidentes. E incluso, la ruta a seguir hacia el futuro.
Esto es lo más llamativo. No sé si se han fijado, pero la unanimidad es absoluta. resulta casi cómica. Líderes políticos y líderes empresariales repiten los mismos mensajes y proponen las mismas recetas. Todos dicen que hacen falta pactos y alianzas de la mayor amplitud posibles, que solo hay salida económica y laboral por la digitalización y la innovación. Por la reindustrialización y la transición ecológica. Que hay que apostar fuerte en sanidad y en educación. Y que es imperativo no quebrar la paz social.
¿Se oyen los unos a los otros?
Algunos partidos son menos distintos de lo que se creen y de lo que les gustaría. Expresan sistemáticamente su desacuerdo como si tuvieran planes alternativos, pero no los tienen. ¿Qué habría que hacer? Pues eso: lo que todos dicen que habría que hacer.
Y, ¿qué es lo que no hay que hacer? Lo que está haciendo el PP. Ir a Bruselas a trabajar con los principales antagonistas de España, denunciar que nuestro país no es un Estado de Derecho. Y llamar a eso patriotismo.
Se comporta como aquél que creía que moral solo era el árbol de la mora. Como la morera, pero más grande.