La historia se repite
"En mitad de este esfuerzo colectivo resulta que aquella propuesta de aplicar un nuevo impuesto a las grandes fortunas, aquello de pedir a los que más tienen que aporten más, pues se ha caído del cartel", la opinión de Carles Francino
Madrid
Hoy llevo todo el día con una sensación rara, con una mezcla de sentimientos. Esta mañana escuchando a Àngels Barceló desde el Carrefour de Alcobendas, con la campaña #KilosDeSolidaridad -mañana abriremos nosotros ‘La Ventana’ desde allí mismo- escuchando todos los testimonios, viendo como mucha gente echa una mano a los que peor lo están pasando… Pues me he sentido reconfortado. Igual que me sentí ayer hablando con uno de los responsables de ‘Acción contra el hambre’, o en estos meses en los que han aparecido tantas y tantas historias altruistas, generosas: músicos, artistas, cocineros, repartidores, sanitarios por descontado, propietarios de camping que les regalan vacaciones… Ha habido -y hay- una especie de zafarrancho general en todas las escalas de la sociedad para arrimar el hombro.
Pero en mitad de este panorama, gratificante sin duda cuando el paisaje es ruinoso, en mitad de este esfuerzo colectivo resulta que aquella propuesta de aplicar un nuevo impuesto a las grandes fortunas, aquello de pedir a los que más tienen que aporten más, pues se ha caído del cartel.
El escritor y periodista Antón Losada publica hoy en ‘El Periódico’ un artículo titulado ‘Perdonen los señores’, donde reconoce que este impuesto por sí solo no arregla nada, pero destaca su valor simbólico. “Incluir la revisión de la fiscalidad a los más ricos en la propuesta de reconstrucción -dice- emitía la reconfortante señal de que algo habíamos aprendido”. Pues parece que no. La historia lleva camino de repetirse.