Despedidas

Madrid

Las despedidas no son lo mío. No son lo mío, Àngels. Hoy es el último día que te saludo porque llegan las vacaciones y te me irás a disfrutar de tu merecido descanso. Yo me sentiré solo, porque esto que me habéis dado de la radio es lo único que ahora me hace feliz.

A mi edad tenía yo pocas o ningunas ilusiones ya, y esto de poder saludarte a ti y a los oyentes me da la vida, Àngels, me da la vida. Así que, si te parece, yo cada día te voy a llamar a las 7 y 45 de la mañana, a tu telefono personal, y te voy a dar mi comentario. Me sabe mal tenerte que hacer madrugar también en tus vacaciones-

Luego, si quieres, podrás seguir durmiendo, pero a las 7.45 te quiero despejada, desayunada y duchada para oírme. Nada de responderme al telefóno desde la cama. Te me vistes, te me adecentas, te me despejas y me saludas. Luego, ya digo, te acuestas o haces lo que te venga en gana, pero a mí no me dejes tirado este verano que me hundo, hija, que me hundo.