Rey Juan Carlos: vacaciones con derecho a extradición
El Tribunal Supremo tiene ya en sus manos la documentación y las revelaciones de los negocios del rey Juan Carlos. Son los testimonios de su examante, Corinna Larsen, y de su exabogado suizo, Dante Canónica, que dejan un escándalo tras otro, tras otro, tras otro
Juan Carlos I: vacaciones con derecho a extradición
03:53
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1594072678407/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
Suiza remite a España las declaraciones de la amante y del contable del rey Juan Carlos. Esa documentación revela la creación de una sociedad opaca para esquivar la declaración a Hacienda y el cobro de "donaciones" (según el rey), "comisiones", según sospecha la Justicia, está ya en el Tribunal Supremo.
Esas declaraciones revelan varias cosas de escándalo Real, con mayúsculas. Primero, que el rey Juan Carlos creó en el palacio pagado con dinero público un esquema para hurtar dinero a lo público: en el Palacio de la Zarzuela se creó una estructura opaca para esquivar al fisco.
Recibió en su despacho oficial a su abogado, Dante Canónica, y a un gestor de fortunas para crear una fundación llamada Lucum que debía ocultar 100 millones de dólares en donaciones, dice el rey, en comisiones, sospecha el Fiscal. Lucum nació en Zarzuela.
El 18 de abril de 2012, dos meses después de pedir perdón por el accidente de Botswana, el helicóptero del dinero de Don Juan Carlos dio otra vuelta más. La hélice giró de nuevo y ese dinero terminó en una cuenta de Corinna Larsen como "donación irrevocable" por miedo a ser descubierto. No sólo ocurrió. "Volvió a ocurrir".
Y tercera, y sobre todo, ha podido seguir ocurriendo. tras su abdicación en 2014 hay delitos que pueden no haber prescrito. Se ha ocultado dinero al fisco. Las fuentes de la Agencia Tributaria consultadas por la SER dicen que podrían estar abiertos: un delito Fiscal (no prescrito), un delito de blanqueo (continuado) y el cobro de retro-comisiones, si las ha habido.
Con ese elefante en la habitación, con un cuñado en la cárcel, una hermana a la que se ha retirado su título, el rey Felipe VI se sentaba entre los jueces del Tribunal Constitucional para decir que todos los poderes deben estar sometidos a la Constitución.
La pregunta ahora es cómo sale de esto el rey Juan Carlos y la Corona. Para la Corona, la salida fue renunciar a la herencia de aquella fundación llena de lodo. Está por ver si será suficiente. Para el Rey Juan Carlos, la única salida, probablemente, sea la de un país a ser posible con ley de extradición.