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Verano en Alaska con Rafael Santandréu: "Ser infiel es lo más normal del mundo"

Santandréu apuesta por desdramatizar la infidelidad desde el punto de vista psicológico: 'La demanda de monogamia es antinatural porque somos animales híper sexuales. A mi no me importaría que mi mujer me fuera infiel con el monitor de Pilates'

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Madrid

'En su repaso por la actualidad con las gafas de la psicología positiva, Rafael Santandréu nos ha hablado esta tarde en La Ventana de la infidelidad que ha hecho pública esta semana Jada Pinkett Smith, la esposa del actor Will Smith. Lo más llamativo es que, quizá contra pronóstico, la noticia no llevó a una ruptura o un deterioro en la relación de pareja sino que como ellos mismos han explicado, les sirvió para fortalecer su vida en común. 

Para Rafael Santandréu, autor de 'Nada es tan terrible, la filosofía de los más fuertes y felices', la moraleja es positiva porque 'nuestra sociedad  tiene una confusión tremenda acerca de la infidelidad. La considera algo muy malo, terrible, ¡incluso causa de separación! Y, ¡seamos racionales! ser infiel es lo más normal del mundo porque simplemente, somos animales hiper-sexuales. La demanda de monogamia de la sociedad es algo muy difícil de mantener porque es anti-natural. Así que si alguien te es infiel alguna vez, casi le tendrías que dar un premio. Decirle: "Cariño, eres maravillosa. Has sido monógama conmigo durante tanto tiempo, con lo difícil que es eso. Sólo me has sido infiel una vez: increíble!".

'Claro que no me importaría que mi mujer me la pegara con el monitor de Pilates'

'¿Pero entonces si tu mujer te la pegara no te importaría?', le ha preguntado Roberto Sánchez. Y la respuesta literal no deja margen a la interpretación: 'Claro que no. Si lo hiciera con el monitor de Pilates me alegraría de que lo disfrutase. Yo amo a mi novia y quiero que tenga una gran sexualidad. Y por otro lado, yo no quiero ser el único proveedor de su satisfacción sexual. Eso es una gran responsabilidad, un trabajo demasiado arduo. Mejor compartirlo. Y te aseguro que es exactamente lo que pienso'. 

Santandréu es consciente de que su punto de vista no es el más común pero cree que la visión opuesta se debe a considerar el sexo como algo tabú o peligroso. 'El sexo es algo bueno, natural, divertido y genial. Y por supuesto que no pone en peligro a la familia. Lo que pone en peligro a la familia es no amarse, no ayudarse, no tratarse con amor y alegría'.

'La lección de autoestima que nos dan las personas con síndrome de Down'

Alegría y buen humor es lo que no les falta a los integrantes de Motxila 21, un grupo de músicos con Síndrome de Down de Pamplona que desde hace quince años, con la ayuda de sus monitores, han dado conciertos por toda España y parte del extranjero, compartiendo micrófono entre otros con el ex líder de Barricada. 

Para Santandréu, la lección de autoestima que rezuma esta iniciativa la deberíamos aprender todos. 'La gente que tiene a un síndrome de Down en casa, suele decir que esa persona es como un regalo del cielo. Yo, por eso, considero que los síndrome de Down son de las personas más importantes sobre la Tierra. El  cómo hacen felices a los que les rodean nos demuestra, una vez más, que la valía del ser humano no está en la belleza física, la eficacia o la inteligencia. Si no que la valía del ser humano está en la capacidad de amar la vida y a los demás. Porque sólo esto es lo que nos hace felices. ¡Nos ha engañado! La sociedad de consumo nos ha dicho que las tres cualidades trampa: belleza, inteligencia y eficacia son importantes para la felicidad, pero es mentira! Yo conozco a mucha gente muy inteligente que se quiere suicidar; gente muy hermosa deprimida o gente eficaz, hábil que son insoportables... Eso no sirve para casi nada! La gente cree que para aumentar la autoestima de alguien has de decirle: "¡Tú puedes!; "Eres guapo"; "Eres listo"! Pero esa es una manera equivocada de subir la autoestima porque esos valores son falsos. No valen para casi nada. Es mejor decirse: "Valgo muchísimo por mi capacidad de amar la vida y a los demás. Y eso no me lo puede quitar nadie. Soy maravilloso y lo seré hasta que me muera".

'La autoexigencia excesiva nos hace infelices'

Santandréu conecta esa idea de la autoestima con la necesidad de combatir la autoexigencia excesiva que no hace más que causar infelicidad personal y, de rebote, afecta al planeta y a sus recursos limitados. Un estudio publicado en The Lancet señala que en 2.050 seremos 9.000 millones de habitantes, cuando en la década de los sesenta del pasado siglo XX éramos 3.000. 

'Esto tendrá consecuencias sobre el Planeta, por supuesto. Y sobre la salud mental de la gente. Esa es la razón también de que cada vez haya más depresión y ansiedad. Esa hiper-exigencia constante, sin fin, totalmente loca. El ser humano cae con increíble facilidad en un fallo racional que consiste en decirse: "¡Cuánto más mejor!" Si una pastilla de chocolate me produce x placer. 30 pastillas, me darán 30 veces ese placer. Y eso no es verdad. No todas las relaciones son lineales, tan sencillas, pero él tiende a verlas así. Fíjate que la Naturaleza no se rige por el "cuanto más mejor", sino por la "homeostasis", el "equilibrio"... ¿Cuantas hormigas son las adecuadas en una zona como Barcelona o Madrid? Un número X pero ni más ni menos porque todos los elementos de los ecosistemas están imbricados de manera alucinante.

 'Tienes que bajarte de la super-exigencia', cuenta Santandréu. 'Amueblarte muy bien mentalmente para disfrutar de la vida con sencillez. Los seres humanos nos volvemos neuróticos por exigirnos mucho a nosotros mismos: nos decimos: "¡Debo hacerlo todo bien o de lo contrario soy  un fracaso...!! También le exigimos mucho a los demás: "Todo el mundo me tiene que tratar bien todo el tiempo y si no, no lo puedo soportar.  Y todo tiene que funcionar como está previsto SIEMPRE". Son exigencias para con uno mismo, para con los demás y el mundo. Y sin embargo, es mucho mejor decirse: "Me gustaría hacer muchas cosas bien, pero no lo haré todo bien y no pasa nada: puedo ser mega feliz aun así".

 
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