Antonio Figueras, CSIC: "Vamos muy lentos para anticiparnos al virus, hacen falta 20.000 rastreadores"
El profesor de investigación del CSIC plantea recurrir a funcionarios o voluntarios para agilizar el control de los contagios si queremos evitar el último recurso de volver al confinamiento
Antonio Figueras, CSIC: "Vamos muy lentos para anticiparnos al virus, hacen falta 20.000 rastreadores"
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Madrid
Hace casi un mes el profesor de investigación del CSIC, Antonio Figueras advirtió en Twitter:'España va mal no, lo siguiente. Y lo peor es que la gente no es consciente de la ola que se está formando'.
Esta tarde hemos querido hablar con él en La Ventana para analizar un escenario que predijo y que encaja con la situación de rebrotes que vivimos en la actualidad con el foco especialmente puesto en Cataluña y Aragón y el riesgo cierto de transmisión comunitaria.
Para Figueras la prioridad pasa por anticiparnos al virus y lo ha explicado con un símil: 'Ahora estamos bailando con el virus, en las buenas parejas de baile, las que se conocen, se anticipan los movimientos, y eso es lo que tenemos que hacer: anticiparnos y para ello el siguiente paso es reforzar el sistema y hacer más PCR'.
Figueras lamenta la excesiva lentitud en España a la hora de dar una respuesta rápida a una necesidad urgente: aumentar el número de personas destinadas a rastrear los posibles contactos de riesgo de los nuevos positivos. 'Hacen falta por lo menos 20.000 rastreadores en toda España y hacen falta ya. Estamos tardando demasiado, en esto vamos como una antigua locomotora de vapor y la prueba es que el plan contra los rebrotes se aprueba ayer mismo con la que ya está cayendo. Este país necesita ya un revolcón de agilidad, no podemos estar al rebote como los buenos pelotaris'.
Antonio Figueras cree que si no hay personal suficiente, 'los profesionales sanitarios tienen que estar en lo que están', una solución sería la de movilizar a funcionarios o bien captar voluntarios para realizar estas tareas.'No es necesario tener un máster en rastreo, son labores de control telefónico, llamadas, vigilancia. Otros países lo están haciendo. En Alaska lo hacen los maestros de escuela'.
Además de más medios y una anticipación de recursos y acciones, Figueras cree que aún debemos concienciarnos sobre la gravedad de la situación. 'No se trata de hacer alarmismo ni de meter miedo a nadie pero sí tenemos que ser conscientes de la realidad y aceptar que estamos en un periodo extraordinario en la historia de la humanidad, que es equivalente a la que se vivió con la epidemia de gripe de 1918 o las posguerras mundiales. Y estoy seguro de que la prioridad de la gente entonces no era irse a la piscina o a la playa, sino salir adelante, no pisar una mina, recuperar sus vidas y sus familias'.
Figueras cree que de forma voluntaria o involuntaria los medios y las autoridades de todo el mundo proyectado una imagen demasiado 'dulcificada' de una pandemia que es muy grave y de la que aún desconocemos muchas cosas. Por ejemplo, las secuelas que deja. 'Los datos que se van conociendo en pacientes que lo han pasado hablan de secuelas de todo tipo, leves pero también graves. Y creo que no somos suficientemente conscientes de esto'.
Este investigador del CSIC no cree que salud y economía sean términos incompatibles, 'ambos pueden y deben convivir pero para eso tenemos que tener un sistema 'agresivo', desde el punto de vista positivo, de detección, control y atención de la pandemia'. Sólo eso puede impedir, a su juicio, que lleguemos al confinamiento. 'El confinamiento sería la última medida, la que se toma cuando todo lo anterior ha fracasado pero eso supondría tirar la toalla, la gente ha hecho muchos sacrificios. Creo que se puede y se debe no confinar pero para ello nos tenemos que dejar la piel en eso ahora'.