Marta Etura: "Durante un tiempo estuve más en la piel de Amaia Salazar que en la mía"
La protagonista de la trilogía del Baztán tiene el deseo de ponerse a dirigir una película y trabajar ella durante todo el proceso
Marta Etura: "Durante un tiempo estuve más en la piel de Amaia Salazar que en la mía"
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Madrid
Marta Etura ha sido Dulcinea, Ofelia, Santa Teresa. Ha sido una reclusa en Azul oscuro casi negro. Y ha sido Virtudes, una de las 13 Rosas, Fuera de la pantalla, ha sido vicepresidenta de la Academia de Cine y, otra vez dentro, fue la estudiante que dinamitó la vida construida a base de mentiras de Jose Coronado en La Vida de nadie. Además, se hizo con el Goya a la Mejor Actriz de Reparto por Celda 211. En los últimos tiempos se ha metido en la piel de una joven inspectora de la policía foral de Navarra, Amaia Salazar.
El próximo viernes se estrena en Netflix la película que pone fin a la trilogía del Baztán de la escritora Dolores Redondo, Ofrenda a la tormenta, una película que iba a inaugurar -antes de que la COVID llegara a nuestras vidas- el Festival de Cine de Málaga y que llegará directamente a esta plataforma sin pasar antes por cines.
"Durante un tiempo estuve más tiempo en la piel de Amaia que en la mía", cuenta Marta en un primer momento, ya que la segunda y tercera entrega de la saga se rodaron seguidas.
Para ella, lo que hace especial esta película es que su protagonista "no es un héroe", sino una persona que se enfrenta a sus "conflictos" con los que se va construyendo un puzzle. "Es una mujer que siempre se ha dejado guiar por el instinto", relata Marta, quien asegura que "hasta el final" es presa de las incógnitas.
"La atmósfera es un personaje más de la película", describe Marta, haciendo referencia a los paisajes que rodean a las escena y hacía un llamamiento a los ciudadanos para que vayan al cine. En este sentido, a pesar de que esta última película se estrena en una plataforma online, espera que la trilogía se pueda llegar a disfrutar completa en la gran pantalla.
La búsqueda de la madre es parte de ese conflicto durante la trilogía. Una madre que en la gran pantalla encarna la propia Dolores Redondo, quien asegura que la película que le tuvo más en vilo fue la primera y que en esta última "estaba mucho más confiada".
Por último, Marta Etura aseguraba tener un deseo de ponerse a dirigir una película y trabajar ella en todo el proceso. Para ello, reconoce, ha recuperado otra vez el hábito de leer libros, algo que con tanto trabajo había perdido.