El globo gigante de la NASA que rastreará supernovas de hace 7.600 años
Entrevistamos en La Ventana al ingeniero español, José Siles, que lidera la misión Asthros para enviar un gran telescopio a la estratosfera en un globo de helio del tamaño de un campo de fútbol
El globo gigante de la NASA que rastreará supernovas de hace 7.000 millones de años
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Madrid
No todos los lanzamientos de la NASA son mediante potentes reactores espaciales. La ciencia aeroespacial sigue echando mano hoy en día de métodos más románticos y livianos, más próximos a las novelas de Julio Verne o a los viajes recreativos a merced del viento. Y es que salvo por sus dimensiones gigantescas, equivalentes a un campo de fútbol americano, y la sofisticada tecnología que portará: un gran telescopio de 2,5 metros de diámetro, el Asthros no deja de ser un gran globo de helio, tal y como nos ha contado en La Ventana desde Los Angeles, José Siles, el ingeniero español que lidera esta misión de la NASA.
'Un globo gigantesco que lanzaremos a la estratosfera, a unos 40 kilómetros de altura, porque necesitamos llegar hasta una zona donde no haya vapor de agua para poder asegurar buenas condiciones de observación del cosmos en unas longitudes de onda que no son visibles desde la superficie terrestre', ha explicado Siles.
'El Asthros despegará desde la Antártida, uno de los lugares más remotos e inhóspitos del planeta, aprovechando por un lado las condiciones del anticiclón del verano austral y el hecho de que su falta de población lo convierte en un lugar sin riesgo en el caso de que algo fuera mal'. Para eso aún habrá que esperar hasta 2023 pero Siles ya está embarcado de lleno en el proyecto de diseño y construcción de este gigantesco proyecto cuya misión será bucear el origen de las estrellas y los planetas y, por tanto, de nuestra propia existencia.
'En realidad, un radiotelescopio como éste no deja de ser una máquina del tiempo, Asthros va a ver el pasado, los gases formados tras la explosión de supernovas que se produjeron hace 7.600 años. El interés científico de esta misión radica en 'la elaboración de mapas en tres dimensiones que permitirán analizar la distribución, forma y velocidad de los gases estelares para ayudarnos a saber más de cómo se formaron las estrellas y afinar en los simuladores de evolución de las galaxias'.
'Como cualquier otro globo, Asthros estará también a merced de los vientos pero a través de sistemas GPS podremos saber en todo momento dónde se encuentra y ajustar perfectamente la dirección del telescopio que va colgado de él a través de un cable de 900 pies'.
Finalizada la misión, el aterrizaje del telescopio será mediante un sistema de paracaídas, que permitirá recuperar el instrumental y subirlo de nuevo a la estratosfera para nuevas aventuras en el firmamento.