La rehabilitación para recuperar el olfato y el gusto en pacientes de la COVID-19
Hablamos con Pablo Sarrió, responsable de la Unidad de Olfato del Hospital Clínico San Carlos destinada a la rehabilitación olfativa de los pacientes de coronavirus
"Algunos pacientes confunden un olor por otro"
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Madrid
La Unidad de Olfato del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínico San Carlos de la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha un programa destinado a recuperar los sentidos del olfato y gusto en pacientes infectados de la COVID-19. Se calcula que entre un 80% y un 90% de los contagiados sintomáticos por el virus padecen o han padecido este tipo de disfunciones que necesitan de un tratamiento y entrenamiento específico para garantizar la plena recuperación del paciente.
Pablo Sarrió, otorrinolaringólogo y responsable de esta unidad explica que, aunque para la mayoría de pacientes la pérdida de olfato y gusto dura unas semanas, también hay casos en los que puede durar meses e incluso años. Precisamente, "para este tipo de pacientes está enfocada la rehabilitación olfatoria", cuenta el doctor y agrega que la terapia de rehabilitación acelera el proceso de regeneración de las células dañadas y el proceso de "volver a oler".
La pérdida del sentido del olfato es complicado de estudiar porque, como explica Pablo, "tiene millones de receptores, es difícil saber cuáles son los aromas que el paciente huele y los que no". Entre las disfunciones olfativas que se producen por la COVID-19, el paciente puede confundir un olor con otro o "incluso puede oler un olor fantasma o fantosmia, u olores malos", cuenta de las alteraciones cualitativas del olor.
El programa propone un entrenamiento basado en la estimulación repetida, un tratamiento que ha demostrada eficacia en las pérdidas de olfato relacionadas con virus. A pesar de que cada paciente debe tener un entrenamiento personalizado, una recomendación generalizada sería intentar preguntarse cuál es cada olor, a qué huelen las cosas, a qué huele cierta comida o tal perfume, etc. En un cuaderno los pacientes apuntan cada olor y se van autoexaminando, "esto nos sirve para hacer el seguimiento y ver la evolución de cada paciente", explica. Como responsable de la Unidad de Olfato, Pablo comenta: "Estamos viendo mejorías, por el momento es el mejor tratamiento que podemos dar a estos pacientes".
