¿Todos somos buenos?
Resulta que frente al pánico se extienden por callejas y plazuelas aleluyas y cantares de ciego a la bondad infinita, la unidad planetaria y el todos somos buenos

Madrid
Nos fuimos atemorizados y volvemos aterrorizados. Que no se diga que no crecemos. Resulta que frente al pánico se extienden por callejas y plazuelas aleluyas y cantares de ciego a la bondad infinita, la unidad planetaria y el todos somos buenos.
No será este Ojo, siempre tan cenizo, quien rompa esta idílica tontuna que nos anestesia, por lo que ha decidido ser cariñoso, benévolo y hasta mimoso con el respetable. Ni va a juzgar a ese extraordinario dúo que forman Pedro y Pablo, ni va a decir nada desagradable del pimpollo Casado, e incluso está dispuesto a tragarse la broma del giro al centro -décadas llevan en el PP en esta inacabable labor centrípeta- de que la salida de Álvarez de Toledo significa moderación en la derecha.
Seguro que algunos de ustedes, tan vetustos como el Ojo, recuerdan aquello de que Franco era bueno, pero malos los que le rodeaban. Mentira, claro. El malo era Franco.
Museo: “La izquierda colapsa y enloquece ante esta explosiva mezcla de libertad, talento y belleza” (Isabel Díaz Ayuso). Salvador Sostres, ABC.




