Inseguridad en el retorno

Madrid

Millones de familias debaten estos días con preocupación la vuelta a clase de los niños. Entre todos hemos conseguido teñir de inseguridad un retorno imprescindible para nuestros hijos. Los críos deben de estar angustiados escuchando toda clase de pronósticos apocalípticos sobre su regreso al cole. La última, la propia presidenta de Madrid, que les ha vaticinado ya que todos se van a contagiar este año, fuera o dentro de las aulas.

Hoy la Fiscalía General del Estado, anticipándose a lo que pueda pasar ante el pánico que se está generando irresponsablemente a las familias, ha recordado que los menores entre 6 y 16 años tienen que asistir a clase y que, salvo justificación muy clara y documentada, se procederá penalmente contra las familias que no los lleven.

No existe la seguridad total, ni el riesgo cero, decía el presidente Sánchez. Es verdad. Pero hay mucha distancia entre el riesgo cero y el espectáculo que están dando, en algunas autonomías, los responsables de que las escuelas tengan el personal y los recursos para afrontar un curso tan especial. Las colas de ayer o los profesores prometidos y no contratados en Madrid, otra vez Madrid, son un buen ejemplo. Menos amenazar a las familias y más cumplir lo prometido.

Hay que llevar los niños a clase, pero hay que darles seguridad hablando claro e invirtiendo en todos los medios necesarios.