La AECC alerta de que los pacientes de cáncer son doblemente vulnerables ante la pandemia

Madrid

Si hablamos de salud, enfermedad, exclusión laboral y dificultades económicas, el desastre provocado por la pandemia del coronavirus acapara todas las referencias. Sin embargo, el resto de enfermedades no han desaparecido, y muchas de ellas continúan causando estragos. Es el caso, por ejemplo, del cáncer. Todos los indicadores advierten que la pandemia ha agravado la situación emocional, social, económica y sanitaria de los pacientes oncológicos y sus familias.

Existen varios datos que demuestran esta realidad. Uno de ellos es que la destrucción de empleo provocada por la COVID-19 afectaría al 32% de las personas que han sido diagnosticadas de cáncer en este 2020. Sin embargo, esta no es una situación enteramente nueva para los afectados por este padecimiento. Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), casi el 30% de los 100.000 casos de esta enfermedad detectados cada año ya se encontraba en riesgo de exclusión social antes de la pandemia.

Así lo ha confirmado esta tarde en los micrófonos de La Ventana Isabel Martínez Noriega, portavoz de la AECC, quien ha señalado que “la pandemia ha hecho que los pacientes de cáncer sean doblemente vulnerables”. Además, una de las situaciones más preocupantes es el retraso en las pruebas diagnósticas provocado por el desbordamiento del sistema sanitario. Esto puede provocar que los enfermos oncológicos aún no diagnosticados salgan especialmente perjudicados pues, como ha asegurado Isabel, “un cáncer detectado a tiempo es mucho más fácil de abordar”.

Iniciativas solidarias

Sin embargo, afortunadamente existen varias iniciativas de muy distinta índole destinadas a la recaudación de fondos para combatir esta enfermedad. Una de ellas la lleva a cabo la filial leonesa de la AECC. Cada año, desde hace una década, esta asociación realiza una carrera de relevos en el Camino de Santiago cuyos beneficios se dirigen enteramente a la lucha contra el cáncer. Este año, ante la imprudencia que supondría recorrer todo el norte de España, han decidido realizarla sin salir de León. Tal y como nos ha contado César Buitrón, organizador y corredor, el circuito serán 225 vueltas a la ciudad, que equivaldría a la distancia entre Saint-Jean-Pied-de-Port y Finisterre. Se trata, en palabras de César, de “una idea simbólica pensada para dar visibilidad a la enfermedad”.