Vannesa Kirby: la nueva estrella de Hollywood que despega en Venecia
La actriz británica protagoniza dos películas en Venecia, la historia de lesbianas de Mona Fastvol 'The world to come' y el drma del director húngaro Kornél Mundruczó 'Pieces of a woman, con la que podría ganar el León de Oro
Es una de las secundarias roba escenas. Así nos lo hizo saber en The Crown, con su personaje de la princesa Margarita y una de las historias más tristes que mostraba la serie. De ahí salió su fichaje para Misión Imposible, la saga que produce y protagoniza Tom Cruise y que la llevará, cuando el COVID dé permiso para ello, a la meca del cine. Antes de eso, ya tiene el beneplácito del cine de autor con su doble presencia este año en el Festival de Venecia.
Vanessa Kirby es de las pocas caras conocidas de esta edición número 77 del certamen, debido a las restricciones de vuelos y a la falta de películas americanas y comerciales por la situación generada por la crisis del coronavirus. De ahí que haya sido una de las más buscadas en la nueva alfombra roja, en la que no hay públicos, sino un pequeño grupo de fotógrafos. Kirby ha presentado dos cintas en competición: Pieces of a Woman, de Kornél Mundruczó y The world to come de Mona Fastvol.
En The world to come, Vanessa Kirby es una granjera enamorada de otra mujer, la actriz Katherine Waterson en la América profunda de 1850. Este Brockeback Mountain de mujeres es bastante convencional y sensiblero, pero tiene la habilidad de mostrar una relación de lesbianas de clase obrera. Y es que el relato LGTBIQ en el cine suele hacerse dentro de las clases medias y altas.
"Es un placer interpretar a alguien que en su propia naturaleza lucha contra las normas establecidas contra ella. Participar en esta película me ha hecho darme cuenta de que no hace tanto las mujeres no podían amar libremente, decidir a quién amar y con quién vivir. Ha sido un honor representar a estas mujeres y mostrar esa intimidad y conexión entre ellas. De alguna manera también esta historia me ha cambiado a mí", decía la actriz en la rueda de prensa.
Dirigida por Mona Fastvold, adapta la novela de Jim Shepard, y muestra la dificultad de dos mujeres sin estudios, sin conocimientos y sin haber salido de la granja en la que viven, aprenden a ponerle nombre a lo que sienten. Una muestra de cómo el lenguaje ordena los elementos, y de cómo aquellos con menos posibilidades intelectuales, tienen más complicada esa libertad. Christoppher Abbot y Cassey Affleck -que además es productor de la película- son los maridos. Dos modelos de masculinidad diferentes, pero ambos perpetuando la desigualdad estructural de las mujeres en el matrimonio, como muestra Fastvol.
Guionista de La infancia de un líder y de Vox Lux, ambas películas dirigidas por su actual pareja, Brady Corbet, Mona Fastvold se recrea en los paisajes helados, en las cartas que se escribían ambas y en el diario que escribían los personajes. Una cinta dirigida de manera convencional y que no acaba de emocionar del todo; pero que muestra la necesidad de historias que reflejen la falta de libertad de las mujeres entonces y ahora.
Mucho más efectiva es Pieces of a woman, la otra cinta que protagoniza Vanessa Kirby y la que podría darle el León de Oro en este festival, en un papel conmovedor y contundente que recibió los aplausos de la crítica. El húngaro Kornél Mundruczó cuenta, en su primera cinta en inglés, su propio dolor tras perder a su bebé en el parto. De hecho, la guionista de la historia es su pareja, Káta Weber.
Producida por Scorsese, Pieces of a woman comienza con un tremendo plano secuencia de media hora de un parto en casa que acaba con la muerte del bebé. Es la introducción de una cinta, que empieza casi como un thriller y acaba siendo un drama con final erróneo. Kirby es la protagonista junto a Shia LaBeouf. Ambos sufren una bajada a los infiernos cuando muere el niño tras el desastroso parto asistido por una enfermera que será acusada de negligencia.
La historia tiene cosas interesantes, además de la brillante interpretación de Kirby, como mostrar a una madre que ha perdido a su hijo y apenas puede tomar decisiones, ni su marido, ni su madre, ni los médicos, le dejan superar el duelo como ella quiere. "Quería comprender el nivel de dolor y efectivamente representar ese dolor de las mujeres con las que he hablado. Y para mí ha sido un deber buscar el sentido de la pérdida de estos niños perdidos que quedan presentes", decía la actriz en rueda de prensa.
O lo bien encajado que está en la narración el peso de la tradición y del pasado familiar a la hora de afrontar una tragedia. La madre del personaje protagonista es superviviente del holocausto y eso pesa sobre la hija y sobre el modo de enfrentarse a las cosas. De ahí que además de una historia sobre maternidad, Peaces of a woman, sea una historia sobre la venganza, como modo de superar el duelo y la tragedia.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...