Mejor solucionar los problemas

Madrid

Habrá que llegar a la conclusión, bien triste, por cierto, de que la actividad política necesita para activarse toneladas de estiércol. Tan solo se excitan las terminaciones nerviosas de nuestros próceres, estén en el gobierno o en la oposición, cuando huelen sangre.

No será el Ojo quien quite gravedad a la indigna corrupción que rodea a todo el caso Bárcenas, una carga que arrastrará el PP, y por tanto el pimpollo Casado durante años, mil y una veces denunciada aquí, pero parece bastante absurdo que el Congreso gaste sus escasas fuerzas en inútiles y vacías comisiones de investigación cuando la justicia ha encarado el asunto con la seriedad que puede leerse en los actos del juez del caso.

Cuánto mejor gastar el tiempo, el dinero y el esfuerzo en solucionar los dramas reales de los ciudadanos, en atender a los parados, a la sanidad o a la escuela, máxime en esta terrible pandemia. Es menos lucido, pero mucho más decente. Recuerden siempre los políticos que les pagamos para solucionar nuestros problemas. No para costear grescas a garrotazos.