Si Moyano levantara la cabeza
Francino nos invita esta tarde a recordar recordar aquel refrán de "pasas más hambre que un maestro de escuela"

undefined
Madrid
Hace 120 años, la ciudad de Zamora le dedicó un monumento a Claudio Moyano, el primer gran reformista -y modernizador- de la educación en España. Ayer mismo Nieves Concostrina nos explicó los detalles de ese plan, que incluía la formación de los maestros, y que reconocía y prestigiaba su oficio. Ese día, insisto hace 120 años, uno de esos maestros -agradecido a Claudio Moyano- le dedicó el siguiente poema.
Yo soy un profesor desventurado
que en tono plañidero y vergonzante,
he pedido mil veces suplicante
el sueldo que, mil veces me han negado.
Triste, andrajoso, pobre y demacrado,
con huellas del ayuno en el semblante
hoy te vengo a exigir amenazante,
la perra que tu estatua me ha costado.
Baja del pedestal que te sustenta
y vuelve a ser ministro de Fomento,
como lo fuiste allá por el cincuenta.
Si no lo haces así, con sentimiento
el bronce que tu imagen representa
me tendré que comer ¡Estoy hambriento!
Se entiende bien el mensaje del poema, ¿verdad? Y si no, no hay más que recordar aquel refrán de “pasas más hambre que un maestro de escuela”.
Bueno, la cosa es que un siglo más tarde los profesores -y profesoras- de este país están mejor -faltaría más- pero, de vez en cuando te topas con historias que te hacen pensar. Hoy contaremos el caso de un profesor de universidad que ha estado 35 años con contratos temporales, 35. La buena noticia es que el Tribunal Supremo le ha dado la razón, le ha convertido en indefinido vía sentencia y eso puede abrir la puerta -o la ventana, en este caso- para que miles de docentes puedan mejorar sus condiciones de trabajo. No quiero ni pensar qué saldría por su boca si Moyano levantara la cabeza.




