La WWF advierte que la población de fauna salvaje está disminuyendo a un ritmo alarmante
La organización publicó ayer su 'Informe Planeta Vivo' 2020, en el que alerta de la rápida pérdida de biodiversidad en el planeta durante los últimos 50 años
La WWF advierte que la población de fauna salvaje está disminuyendo a un ritmo alarmante
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Madrid
La WWF acaba de publicar su 'Informe Planeta Vivo' 2020. Este estudio, que se realiza cada dos años, mide la abundancia de casi 21.000 poblaciones de 4.400 especies distintas de vertebrados a nivel global. Los datos que arroja la edición de este año son alarmantes. Las poblaciones mundiales de vertebrados han disminuido una media del 68% entre los años 1970 y 2016. En casos como el de Latinoamérica y el Caribe, el dato es aún peor. En estas zonas el descenso es del 94%.
Según el informe, el cambio de uso de suelo para producir alimentos “es la principal causa de la pérdida de biodiversidad: la conversión de hábitats nativos como bosques, praderas y manglares en sistemas agrícolas”. Y aporta otro dato: hasta el 75% de la superficie terrestre libre de hielo ha sido modificada. La actividad humana está empujando a los sistemas naturales que sostienen la vida en la tierra al límite. Y no sólo eso: según el informe, la pérdida de biodiversidad y la deforestación podrían tener que ver con la pandemia del coronavirus mucho más de lo que nos imaginamos.
Enrique Segovia, Director de Conservación de WWF España, se ha pasado por los micrófonos de La Ventana para desgranar los detalles de este informe y explicarnos su impacto real. Aclara que “no significa que hayamos perdido el 68% de los animales de la tierra. El informe representa un indicador del estado de salud de los ecosistemas”. Pero advierte que, aun así, “es un dato escalofriante”. Del mismo modo, Enrique alerta de que la tendencia seguirá aumentando en este sentido, y que podría abocarnos a “un futuro absolutamente incierto”.
Como solución a este problema, destaca que en los últimos años se han puesto en marcha diferentes iniciativas para revertir la situación. Pero señala que estas medidas de control “no son suficientes”. E insiste en que “debemos restaurar los ecosistemas y cambiar nuestra relación con la naturaleza, especialmente el modo en el que producimos y consumimos alimentos”. Pero el cambio no sólo está en el sistema productivo. También es preciso un cambio en ladieta, que pasa por un “menor consumo de proteína animal”, apunta.
Relación con la pandemia
Además, uno de los puntos que enfatiza el informe de WWF recuerda la relación de la deforestación y la pérdida de biodiversidad con la proliferación de enfermedades infecciosas, incluida la COVID-19. Enrique señala que “pese a que no se conoce a ciencia cierta el origen exacto del coronavirus, se sabe que es una enfermedad contagiada de animales a seres humanos. Al destruir los ecosistemas, los controles de autorregulación de los animales se rompen y las enfermedades se acercan al hombre”. Y concluye que “el origen del coronavirus seguramente tiene su causa primera en el maltrato a la naturaleza”.