Eduardo Sáenz de Cabezón: "Las matemáticas contribuyen a revelar la naturaleza de las cosas"

Madrid

Imagina que estás en un supermercado, llegas a las cajas y hay dos colas: una con muchos carritos que llevan pocas cosas, y otra con pocos, pero muy llenos. ¿Cuál escoges? Siempre nos da la impresión de que hemos elegido la más lenta. En este sentido, las matemáticas pueden ayudarnos a escoger la mejor opción.

Eduardo Sáenz de Cabezón plantea en su libro la utilidad de las ciencias exactas en la vida cuotidiana. Bajo el título de 'Apocalipsis matemático', la obra rescata la idea de que “las matemáticas, de alguna forma, contribuyen a revelar la naturaleza de las cosas”, tal y como explicó el autor.

Durante su intervención, el profesor apuntó que, “las matemáticas han demostrado que tenemos dos armas para luchar contra una enfermedad y una pandemia: una son los avances científicos; y las otras, las decisiones personales”.

Por esta razón, “no solo hace falta que dejemos trabajar a los científicos a su ritmo y apoyemos su labor, sino que, además, tomemos las decisiones adecuadas para que una pandemia no nos tome por tontos”, aclaró.

Para el matemático, “las decisiones se basan teniendo en cuenta las cifras”, sin olvidar el “apego al discurso de la ciencia”. Por esta razón, para que los números no frivolicen una determinada situación, “debe existir el calor de la comprensión” a la hora de dibujar un determinado escenario.

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Por ejemplo, ante la circunstancia que se presenta en la actualidad a nivel internacional por la expansión de la covid-19, muchos países deben decidir si preocupase más o menos por la economía del país o la salud de sus ciudadanos. En este sentido, las matemáticas, contribuyen a equilibrar esa balanza, teniendo en cuenta la importancia de ambos sectores en el entorno.

Sáenz de Cabezón confía en que “nunca es tarde” para despertar el interés por las matemáticas, y que, incluso “la podemos entrenar”. De hecho, ilustró esta creencia con ejemplo de su vecina, una señora muy mayor que ya no puede andar y que “hacía gimnasia de ojos y cuentas todos los días porque si no perdía la cabeza”.

El problema de la alta demanda: la docencia y la ética

En el presente, el profesor confesó que la demanda de matemáticos en el mercado empresarial ha aumentado en los últimos años, generando así un problema en el campo de la docencia y divulgación de esta ciencia.

“Son valoradas las mates y eso es buena noticia, pero también hacen falta profesores que divulguen su pasión por ella”, indicó.

Otra de las cuestiones que plantea este auge a día de hoy corresponde a la conducta moral en las cifras que se manejan a nivel empresarial. Sáenz de Cabezón lamentó así que “se están disputando, sobre todo, por la gestión de datos. Están adquiriendo, por ende, un poder que hay que aprender a enfocar a nivel ético, que no lo tenemos”.