Amena: así se forjaron un nombre y un anuncio para la historia
Fernando Beltrán, poeta y filólogo, nos cuenta cómo fue el proceso para buscar el nombre de 'Amena', hace ya más de 20 años. Mientras, Julián Zuazo, nos explica qué significó la realización de un anuncio musicalizado
En busca del nombre perfecto: así trabaja un nombrador de empresas
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Madrid
En 1998, el gran escaparate eran los anuncios de televisión. Teníamos solo cuatro cadenas en abierto en 1998 y un anuncio en prime time reunía a 9 millones de espectadores. Era la pantalla reina, no tenía casi competencia, al menos no en el sofá. Donde ahora cada uno puede estar mirando una pantalla diferente, solo algunos podían distracción jugar a la serpiente en su teléfono móvil nuevo; que sería un nokia, un motorola o quizá un alcatel de esos de colores o mandar un sms.
Ese mismo año, España asistía al inicio del 'boom' de la telefonía móvil, que se extendía progresivamente a los hogares. Fue entonces cuando llegó la tercera compañía, con aire fresco, un nombre moderno y una campaña que marcó un antes y un después y entraba en nuestras casas en la pausa del informativo de la noche: 'Amena'.
Fernando Beltrán, poeta y filólogo, estaba en su estudio, con un cuaderno de anillas y en busca de un nombre con gancho para un proyecto que se iba a llamar 'Retevisión móvil'. "Con 'Amena', llegué por pensar en un diálogo. Pero luego miraba lo que el cliente pedía y pensaba que cumplía todo", cuenta Fernando Beltrán en Hoy por Hoy sobre ese momento de búsqueda.
Para ese nombre la empresa buscó, tal y como explica Beltrán, en "medio mundo". Por él, ganó "dos pesetas", pues el encargo llegó a él de una subcontrata de otra subcontrata, pero, partir de ahí, el éxito de su carrera fue en aumento y surgió entonces la figura del "nombrador". Ahora, más de 20 años después, sigue poniendo nombre a grandes empresas, a pequeños negocios, a películas, etc.
En cuanto al anuncio, uno de sus creadores, Julián Zuazo, confiesa que el objetivo era "poner a la gente los pelos de punta". De esa manera, llegaron a la libertad que representaba el hecho de tener un teléfono sin cable y esa libertad les llevó a la canción que pondría nombre al anuncio: "Libre", de Nino Bravo. "Nos pareció matar dos pájaros de un tiro con un anuncio musicalizado: llamábamos a la juventud. A partir de ahora Amena va a bailar", añade Zuazo.
Sobre el proceso de elección del nombre, Beltrán indica que "no era que no les gustara, era que no lo entendían. Yo les decía que pedían 10 cosas, y las cumplía". Precisamente, Julián reconoce que el nombre era un "gran nombre" y a partir de ahí, había que construir "la personalidad" de la empresa con el anuncio.
"Antes la publicidad te enfrentaba a 9 millones de personas. Al día siguiente sentías el éxito de la campaña", zanja Julián.