"No tengo vida suficiente para agradecer a Ángel que salvara la vida a mi marido"
Hablamos en La Ventana con el hombre que salvó la vida a un periodista que sufrió un infarto en plena calle camino del Festival de Cine de San Sebastián. 'No había un minuto que perder, le pedí a una señora que llamara al 112 porque no podía dejar de hacerle masaje cardíaco para que recuperara el latido'

Madrid
'En estos tiempos de desconfianza de unos hacia otros, en los que vemos tantas conductas irresponsables o insolidarias, lo que Ángel ha hecho te reconcilia con el ser humano. Soy atea, pero creo que a partir de ahora igual voy a creer en los ángeles de la guarda'. Con la voz entrecortada, la periodista de El Periódico, Olga Pereda, se ha asomado en La Ventana para expresar su gratitud hacia el desconocido que el pasado 17 de septiembre salvó la vida a su marido Óscar tras haber sufrido un infarto en plena calle.
La historia, que Pereda publica hoy en El Periódico en un artículo titulado 'Gracias por salvar la vida a mi marido', ocurrió en San Sebastián cuando el marido de Olga, periodista también, acudía a recoger su acreditación al Festival de Cine de la capital guipuzcoana. La rápida intervención de un transeúnte, que no dudó en practicarle los primeros auxilios durante diez minutos hasta que llegó la ambulancia, fue decisiva para salvarle la vida.
Tras ser operado de urgencia en el hospital y permanecer tres días en la UCI, Oscar se recupera ya en su casa. Su salvador nos ha contado que 'no se lo pensó. En esos momentos, mucha gente se bloquea pero yo sabía que había que actuar, sabía que había muy poco tiempo porque el hombre estaba ya azul, tenía la pupila completamente dilatada y había perdido el conocimiento. Dicho y hecho, Ángel rescató sus conocimientos como deportista de montaña, 'aunque lo que más he visto otras veces han sido accidentes por traumatismo'. 'Le coloqué mi jersey bajo la cabeza, intenté que tuviera despejadas las vías respiratorias y empecé con el masaje cardíaco hasta que llegó la ambulancia. Ni siquiera llamé al 112, le pedí a una mujer que lo hiciera ella porque yo no podía perder ni un segundo'.
Antes del reconocimiento público que ha querido expresar hoy a través de su artículo, Olga ya había tenido oportunidad de darle las gracias a Ángel por teléfono. Hoy ha vuelto a hacerlo en la radio, aunque la emoción se lo ha puesto difícil. Ángel ya le dijo que 'simplemente hizo lo que tenía que hacer' y resta importancia a su acción. En lo que todos se han puesto de acuerdo es en que, cuando la pandemia lo permita, los tres se conocerán en persona para hacer alguna ruta de senderismo suave. 'Es una buena idea, hay que fortalecer ese corazón para que se recupere', ha comentado Ángel.




