Trump sin descapotable

Hace cuatro años Donald Trump dijo, para escenificar la lealtad de sus seguidores, que podría pararse en mitad de la Quinta Avenida de Nueva York, ponerse a disparar a la gente y no perdería votos. A lo mejor hacer ese paseo en coche pletórico de Covid va un poco por ahí. Como Kennedy en Dallas pero al revés; hay que protegerse de él. "Viene el presidente, metánse en sus casas". Podría decirse que el virus le ha echado un pulso a Trump y Trump lo ha convertido en show. Su paseo tiene un significado político que no es ajeno a ningún líder: prohibido algo tan humano como enfermar, necesario aparentar fuerza y dominio en cualquier situación, incluso infectado. La seguridad nacional asociada a un sistema de inmunidad glorioso, el suyo, mientras pone a prueba el de los demás.