"Nadie tiene en el guion escrito que vamos a presenciar una pelea de linces ibéricos"
Joaquín Gutiérrez Acha y Carlos de Hita sumergieron a los oyentes de La Ventana en la naturaleza y la fauna de la Península Ibérica
Joaquín Gutiérrez Acha y Carlos de Hita sumergieron a los oyentes de La Ventana en la naturaleza y la fauna de la Península Ibérica
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Madrid
El próximo viernes se estrena en los cines “Dehesa, el bosque del lince ibérico”. Esta película, firmada por el director Joaquín Gutiérrez Acha, conforma una trilogía junto a “Guadalquivir” y “Cantábrico”, y adentra al espectador en el ecosistema exclusivo de la Península Ibérica.
En este documental de naturaleza y vida salvaje, Gutiérrez ha querido enseñar “eso que la gente no ve cuando pasa por una dehesa”, ya que, pese a que aparenta ser un lugar “tranquilo, con ese pasto bajo comido por el ganado”, una de las materias pendientes de cualquier documentalista español responde al hecho de “enfrentarse a este ecosistema y descubrir todo lo que tiene”.
Durante su intervención en el programa, el director destacó los beneficios de las dehesas en la conservación de la naturaleza del territorio, al definirlo como “un concepto de sostenibilidad, de trabajar el campo y no estropear nada para volverlo a aprovechar. Es un modelo forestal que se puede copiar para aplicar a otros ecosistemas”.
De Hita, guionista de esta película, distinguió, en este sentido, las peculiaridades que presenta este tipo de pasajes, “rodeadas de sierras espesas, barrancos, y una buena parte de estos animales que merodean, se refugian en estos montes”.
Una de las imágenes más llamativas de este documental capta una disputa entre los grandes protagonistas de esta cinta: los linces ibéricos.
“Esto un regalo. Desde luego, nadie tiene en el guion escrito que vamos a presenciar una pelea de linces”, exclamó el naturalista.
El valor de la divulgación de la fauna ibérica logra que, en ocasiones, los espectadores aprendan que, por ejemplo, los buitres no son tan “guarros” como parecen. De hecho, para grabar estas secuencias que tanto costaron conseguir, ya que se bañan en lugares secretos, “tuvimos que recurrir a una tecnología de colocar cámaras espía que nos enviaran información a mucha distancia, con fechas y horas, para saber cómo se bañaban y cómo lo hacían”, detalló Gutiérrez.
Para el rodaje de escenas tan íntimas, los documentalistas precisaron de información previa exhaustiva porque, “cualquier detalle que vean que en el paisaje que les molesten”, los animales dejan de actuar con normalidad y no se logran las imágenes.
La cinta, que en principio se iba a estrenar el pasado 27 de marzo y tuvieron que aplazarlo por la crisis de la covid19, tuvo un “éxito brutal cuando se presentó en Salamanca antes de la pandemia”, tal y como reveló el director. Por este motivo, animaron a los amantes de la naturaleza a ver la proyección este fin de semana en las salas de cine, para que se pueda disfrutar cuanto más tiempo en cartelera.