La pandemia del cine

Madrid

Con caídas de ingresos en todo el mundo que rozan el 70%, y cierres de cadenas tan populares como Regal, la segunda mayor en Estados Unidos, tres son las estrategias que está siguiendo la industria del cine para intentar sacar el mejor partido de sus películas. La primera es la que están siguiendo grandes productoras como Metro-Goldwyn-Mayer, que ha vuelto a retrasar el estreno de su nueva película de James Bond, o Warner Bross, cuya Wonder Woman no se exhibirá en la gran pantalla, en principio, hasta el día de Navidad, cuando el planteamiento inicial pasaba por lanzar la película en octubre. Mulán, la nueva película de Disney, es el paradigma de la segunda de las estrategias: estrenar en las plataformas de streaming, previo pago. En este caso, el coste de alquilar la cinta alcanza los 30 euros. La tercera, aplicada con la última película de Christopher Nolan, Tenet, pasa por mantener los plazos previstos, lo cual parece estar dando resultados pues, tras emplear más de 200 millones de dólares en su producción, los beneficios de su exposición en salas superan ya el 30%.

Según advierte en Hora 25 de los Negocios Elena Neira, profesora de la UOC especializada en nuevos modelos de distribución audiovisual, "las salas de cine se quejan, con razón, de que faltan películas, películas que tienen músculo para congregar a grandes masas de espectadores, que son las que se están retrasando de manera irremediable, la última que queda es Wonder Woman, que hay muchísimas dudas respecto a si la mantendrán en diciembre o no. Evidentemente, a falta de esos títulos, se están estrenando títulos menores en muchos cines y, sobre todo en aquellos como pasa en Estados Unidos con la cadena de cines Regal, que tienen que pagar por el espacio, se han visto obligados a cerrar. Si no hay estrenos, probablemente muchos cines no volverán a levantar la persiana". "Creo que en las salas van a necesitar un rescate" apunta Neira.

 El IBEX, el parqué más perjudicado

No solo la industria cinematográfica ha sufrido un desplome desde que comenzó la pandemia del coronavirus. También lo han hecho los mercados bursátiles de casi todo el mundo. Sin embargo, el saldo es diferente en función del selectivo y, aquí, el parqué madrileño es el que peores resultados ha cosechado desde que tocara máximos el 19 de febrero: desde entonces, ha perdido un 31% frente al 23% del FTSE Mib, el 19% del FTSI londinense o el CAC francés, el 5% de Frankfurt o el 2%. Frente a estos selectivos, ya hay otros que cotizan en terreno positivo, como le ocurre al índice tecnológico estadounidense Nasdaq, o los asiáticos A50 o Nikkei.