Viaje en busca de los restos de Santa Teresa de Ávila
Su nombre secular era Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada. Conocemos su obra y su labor como fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzas, Dónde nació y dónde murió. Pero en esta ocasión viajamos a través de las partes de su cuerpo desde el mismo momento que dejó de vivir en ella
Viaje en busca de los restos de Santa Teresa de Ávila
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Madrid
Nació en Àvila en marzo, donde hay tres espacios imperdibles: la casa natal de Santa Teresa, sobre la cuál están levantadas la iglesia y el convento de La Santa, y justo debajo está la gran cripta abovedada de enterramiento; fuera de la muralla, pero también en el centro, está el monasterio de San José, conocido como "Las Madres", y es la primera fundación de 'La Santa', de 1562; Por último, en las afueras de la ciudad, mirando hacia el lienzo norte de la muralla, La Encarnación, un lugar esencial para conocer la vida de la santa, ya que vivió allí desde 1535 hasta 1574..
Además, en Avila hay dos plazas importantes: 'El chico', mercado chico, donde está el Ayuntamiento; y 'El grande', el mercado Grande que se llama Plaza de Santa Teresa. Una plaza en la que hay dos estatuas de La Santa.
Restos repartidos por España y el mundo
En cuanto a los restos de Santa Teresa, en esta ciudad hay dos partes de su cuerpo: la clavícula, en el convento de San José y el dedo, en la iglesia-convento de La Santa.
Pero Camino de Alba de Tormes, Santa Teresa enfermó, y falleció el 15 de octubre de 1582 en el convento que las Carmelitas Descalzas habían fundado en esta localidad Salmantina, origen del conocido Ducado de Alba.
Nace en Ávila y muere en Alba de Tormes y entremedias 67 años de vida y obra, de mudanzas física y espirituales, pero nada comparable con lo viajado en los 438 años que se cumplirán este jueves de su muerte.
Su sepulcro está custodiado y bajo diez llaves repartidas en tres juegos entre Carmelitas, el Ducado de Alba y Roma. Todo empieza mal cuando muere en Alba de Tormes. Dicen que el deseo de la santa era morir en Ávila, pero los poderosos Duques de Alba, aliados con las carmelitas salmantinas, la entierran en Alba de Tormes. Le pusieron tantas piedras encimas para que los de Àvila no se la llevasen, que a los nueve meses, tuvieron que abrir el sepulcro porque el cuerpo estaba pelín aplastado.
Ese día el confesor de santa Teresa, el monje descalzo Jeronimo Gracian le corta la mano izquierda. La mano la lleva a la congregacion de Ávila para que tengan algo del cuerpo de La Santa y él, para sus rezos, se queda con el dedo meñique.
Pero en Àvila no se conforman con el detalle de la mano izquierda y organizan, a los tres años de la muerte de Santa Teresa, y a espaldas de los duques de Alba, la apertura del sepulcro y el traslado del cuerpo desde Alba de Tormes a Ávila. Lo consiguen y le cortan el brazo izquierdo del que antes cortaron la mano y lo dejan en Tormes. Como ellos ya tienen el cuerpo, la mano izquierda que poseían, se la regalan a las carmelitas de Lisboa. De esta manera, la mano izquierda emprende un nuevo viaje de Ávila a Lisboa pasa de Ávila a Lisboa
Los poderosos Duques de Alba se quejan al Papa Sixto V y este obliga a los carmelitas de Ávila a devolver el cuerpo de Santa Teresa a Alba de Tormes. Ante la imposición, en Àvila le quitan una clavícula aprovechando la tercera inhumación del cuerpo.
De esta manera, tras tres inhumaciones, la mano izquierda de Santa Teresa está, de momento en Lisboa, el brazo izquierdo en Alba de Tormes y en Ávila, la clavícula y dedo meñique .
En Alba de Tormes, ya felices con lo que quedaba del cuerpo de la santa, antes de cerrar su sepulcro, por orden del obispo de salamanca, deciden extirpar el corazón para exponerlo fuera junto al brazo izquierda.
En 1616 beatifican a Santa Teresa y para que la capital de la cristiandad tenga también su reliquia, se abre una vez más el sepulcro y se le corta el pie derecho que se envía a Roma.
Sus partes más diminutas, sobre todo dedos y dientes, algun trozo tamaño uña que ha llegado a conventos teresianos como el Puebla en México. Pero como no todo es abarcable, como dice la canción de los Tamara, nos vamos a Santiago a la búsqueda de una muela que está en el museo catedralicio .
La famosa mano incorrupta de Santa Teresa que estuvo tres siglo en Lisboa, pero que en 1910, tras la revolucion portuguesa y la expulsión del país de los carmelitas, termina en el convento de las carmelitas en Ronda (Málaga), donde se refugian las monjas portuguesas. Con la Guerra Civil, la mano se la quedan los republicanos, pero cuando cae Ronda en mano de los franquistas, estos la encuentran en la maleta de un oficial republicano y se la mandan a Burgos a Franco. Y Franco se la quedó. Junto a ella firmaba hasta las penas de muerte. Y es a la muerta del dictador cuando es devuelta a Ronda.
En año, 1963 tras 4 siglos, la mano y el brazo izquierdo de Santa Teresa estuvieron muy cerca. La Mano con Franco en el Pazo de Meirás. Y el brazo en el Ayuntamiento de A Coruña donde se hacía una exposición de la santa.