Carmen Maura, Ester Expósito y la represión homosexual en el franquismo
Manolo Caro, creador de 'La casa de las flores', dirige la nueva miniserie de Netflix ambientada en la España de los 50
Madrid
El creador de ‘La casa de las flores’ ambienta en la España franquista de los 50 su nueva miniserie para Netflix, un drama sobre la represión homosexual con un reparto coral. Manolo Caro sitúa el conflicto en una casa de campo y en copiosas cacerías comandadas por la familia de Carmen Maura, que ejerce de oscura matriarca. Su nieto vuelve de visita después de una larga estancia en México y, para sorpresa de todos, no regresa solo, sino con un amigo, un bailarín de ballet.
El mexicano cambia de registro hacia el drama pero mantiene la esencia de telenovela kitsch con su mirada a este periodo de España. “Me interesaba por la oscuridad, por ese momento de la posguerra y cómo afectaba a esta familia y las decisiones que iban a tomar. La podíamos haber hecho hoy en día porque es algo que sigue sucediendo, pero me interesaba hacerla de época porque miramos a estos periodos con distancia y este serie no tiene eso, puede estar sucediendo en cualquier otro país en este momento, hay que visibilizarlo para no repetirlo”, defiende.
Cecilia Suárez también cambia el acento para interpretar a la madre comprensiva del joven, una mujer acorralada por su suegra y el machismo de su marido, un subdirector de prisiones, al que da vida Ernesto Alterio, muy cercano al régimen franquista. “Es muy interesante la mirada de Manolo hacia nuestra historia, está muy bien en el momento que estamos viviendo revisarla también. Estamos viendo el auge de la ultraderecha y un montón de movimientos que tienen que ver con una vuelta a algo de eso, es algo aterrador y conviene revisarla para no cometer esos errores”, opina el intérprete.
La ideología liberal de los dos jóvenes pronto choca con las ideas de la familia, anclada en las consignas del nacionalcatolicismo que había que seguir a rajatabla en aquella época represiva después de la guerra. “Seguimos arrastrando cosas, pero no ni mucho menos en comparación con aquello. Sí he reconocido en la serie el ambiente tan trágico y negro, es el ambiente que había Madrid, no os podéis imaginar lo triste que era Madrid, era muy duro, yo viví la época de racionamiento, iba a por pan, harina o chocolate, lo ha retratado genial”, dice Maura, la más veterana de un reparto que también cuenta con dos de los intérpretes con más tirón del momento, Ester Expósito y Carlos Cuevas.
La actriz hace de mujer florero, hija de una familia pudiente y la chica que han elegido para arreglar un matrimonio con el joven que regresa de México, interpretando por Alejandro Speitzer. Una chica, dice la actriz, muy diferente a ella cuando tenía 17 años por la educación machista que recibió y siguen recibiendo algunas mujeres en ciertos entornos. “Afortunadamente ahora estamos en una democracia y todos tenemos una voz y un lugar para ser escuchados y expresarnos, pero falta mucho por hacer, por concienciar y no debemos relajarnos y conformarnos con lo que hemos logrado, que ha sido mucho, pero no debemos confiarnos. A lo mejor no en nuestro entorno o en el lugar en el que estamos, pero hay mucha gente a nuestro alrededor, sin tener que irte a otros países, que no tiene esa misma libertad por su familia, sus compañeros de colegio o por su entorno, que no tiene esa misma libertad para amar a quien quiera. Y aún así hay mucha gente que sigue juzgando, oprimiendo, a los que son diferentes para ellos. Hemos avanzado mucho, pero nos nos confiemos, sigamos luchando por los derechos de todo el mundo”.
Del otro lado, Carlos Cuevas, su hermano, el señorito que tuvo una conexión especial de pequeño con su amigo, al que ahora repudia y machaca tras su vuelta de México. “Contar historias sobre este contexto histórico tan reciente y tan propio es complicado y pide de mucha responsabilidad, cariño y respeto. La serie habla de un contexto muy negro pero hay realidades de las que no estamos tan alejados, no está mal recordarlas para que no se no olviden”. Manolo Caro incluye los trabajos forzados, la persecución a los familiares de los comunistas encarcelados y el racismo con el joven bailarín -encarnado por Isaac Hernández- para revestir esta historia sobre la homofobia y la represión durante el régimen franquista.