Entre la inutilidad y las reivindicaciones al franquismo: el análisis del primer día de la moción de Vox

Madrid

Ya sabemos que la moción de censura planteada hoy por la ultraderecha de Vox no va a tener un resultado favorable al candidato alternativo, Santiago Abascal. Tampoco es el fin del Gobierno que salió de las urnas el 10 de noviembre del año pasado, no hay mayoría para ello. Lo que sí ha conseguido hoy el partido ultra es condicionar la agenda -la política y la mediática- pero más aún, Vox hoy ha conseguido utilizar el mejor altavoz para dirigirse a los españoles: la tribuna del Congreso. 

Hoy la extrema derecha ha exhibido esa mezcla de discurso pro-Trump con los dejes nacionales del franquismo sociológico, a saber, la reivindicación de la patria como ente superior, la conjura china o comunista y el profundo discurso xenófobo y ultranacionalista al que nos tiene acostumbrados. Con todo, no deja de sorprender la falta de propuestas y, sobre todo, la inutilidad de esta derecha 'kitsch' que ha lanzado un órdago a la otra derecha, la del Partido Popular. 

De todo ello hablamos con los periodistas José Antonio Zarzalejos y Enric Juliana y también con la politóloga y colaboradora habitual de 'El País', Máriam Martínez Bascuñán en esta edición de 'Hora 25' con Pepa Bueno. 

Para Bascuñán, el discurso de Vox entronca con el "catecismo nacional-populista internacional" e incluso en algunos momentos más cercano a Le Pen padre que hija. La politóloga señala que le "ha dolido" el discurso antieruopeísta de Abascal. Según ella, la moción ha servido para que el PP "se ponga frente al espejo" y tenga claro el sentido de su voto. "Lo fácil para Casado es decir que Vox tiene razón, de hecho su discurso se ha solapado, pero eso no es lo que debe hacer el líder del PP, debe decir que este discurso es extremista... no sé si Casado tiene capacidad para esto", ha sentenciado. 

Por su parte, José Antonio Zarzalejos destaca que el discurso de Abascal ha sido "propiamente energúmeno", un discurso construido sobre "enormidades y exageraciones". El periodista considera que es la "ruptura" con todos los valores de referencia que se han construido en las últimas décadas, no solo en España, sino también en Europa. 

Además, Enric Juliana considera que utilizar "discursos del odio" en tiempos de dificultades puede ser muy peligroso. Le ha llamado la atención la insistencia de Abascal con China: "Ha puesto en portada el primer punto del programa de los Estados Unidos y de Donald Trump, Vox lo ha verbalizado con mucha claridad... deja el 'no' a los pies de Casado". 

Uno de los momentos más destacados del debate ha sido la intervención del portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Aitor Esteban, que solo ha durado 82 segundos porque no ha querido contribuir en lo que ha denominado "patochada". A Zarzalejos esto le parece "responsable" y considera que otros discursos le han parecido también "energúmenos". Por eso, dice, es el momento de Casado. 

En principio, mañana se espera que la moción no salga adelante porque solo cuenta con los votos afirmativos de 52 diputados de Vox. Las principales encuestas señalan que el partido ultra ha mejorado sus números respecto a las últimas elecciones, también el Partido Popular, pero más levemente. 

El discurso de Abascal

"El Gobierno de Pedro Sánchez es el peor en 80 años de historia", han sido las primeras palabras del discurso del líder de Vox, Santiago Abascal, candidato propuesto a la presidencia en la moción de censura del partido de ultraderecha.

Abascal se ha referido al presidente Sánchez como un "mentiroso sin escrúpulos con ansias de poder" y al Gobierno como "un frente popular separatista, una mafia". El candidato de Vox ha dicho que a los españoles "se les ha acabado la paciencia". Ha cargado contra el Gobierno y especialmente contra su presidente: "Nunca, en más de 40 años de democracia ha tenido España un presidente tan ansioso de poder como para pisotear una palabra con tanta vileza".

La réplica de Sánchez

Sánchez ha defendido la legitimidad del proceso de moción de censura y afronta este debate "con el profundo respeto que representa esta Cámara", pero considera que este pleno es todo menos constructivo: "Todo lo que hemos escuchado no va más allá del insulto y la descalificación, no hay ninguna propuesta".

Por eso, el presidente se pregunta cuál es el objetivo de este proceso: "Si esta iniciativa no pretende sustituir al gobierno actual por otro liderado por usted, ¿qué hacemos aquí?" Más tarde él mismo se contestaba y dirigía un dardo a Abascal: "Ha vuelto a subestimar la fuerza de la democracia. Cree que puede utilizar el Parlamento como un gran plató para su lucimiento". En esa línea, añadía más motivos: "Provocarnos, enfrentarnos, esta es señor candidato la razón última de su moción de censura, pero ha medido mal sus fuerzas, no ha tenido en cuenta la fuerza de la democracia", insistía.