Carlos del Amor: "Los cuadros tienen tantas vidas como ojos lo miren"
El periodista de TVE presenta su último libro, galardonado con el Premio Espasa, que lleva por título 'Emocionarte'
Madrid
Carlos del Amor se asomó esta tarde a “La Ventana del Arte” para relatar su doble vida con los cuadros a través de su último libro: ‘Emocionarte’, un recorrido personal por 35 obras de arte. Los lectores pueden encontrar a Goya, Velázquez, Vermeer, Dalí, Picasso, Magritte, Clara Petters o Van Gogh entre sus páginas, que han recibido el Premio Espasa 2020.
¿Y qué criterios de selección ha seguido para escoger las obras?, “las tuviera en mi disco duro de la cabeza que conociera, que me hubiesen explicado cosas de ellas o que simplemente me gustaran”, respondió el escritor. De hecho, algunas se las ha guardado, “por si va bien y tengo que escribir una segunda parte”.
La introducción del libro empieza con una frase del pintor Pablo Picasso, que reza “El objetivo del arte es quitar el polvo de la vida diaria de nuestras almas”. Y es que, para el periodista, “el arte nos hace mejores. Todas las artes, en general, nos ayudan a respirar un poco, a vivir algo mejor y a buscar refugio que es más necesario que nunca en estos días”.
“Los cuadros tienen tantas vidas como ojos lo miren. Tú imaginas una historia alrededor de ese cuadro y probamente yo imagine otra. Lo que he hecho aquí es ficcionar cada cuadro para ir luego a los hechos reales”, declaró el autor.
De entre los artistas que más habla, destacó al noruego Edvard Münch, al que nombra en varias ocasiones a lo largo de su obra. “Elegí ‘el Grito’ por la manera que tiene de desfigurar los rostros, que no se reconocen y se funden. Luego, hay un beso que me parece mágico porque no sabemos si es de despedida, o apasionado, furtivo o clandestino”.
Pero si del Amor se tuviese que quedar con un cuadro en especial, ‘El perro semihundido’, de Francisco de Goya, sin duda alguna, reconoce que es su favorito.
El libro presta especial atención a las mujeres, que tal y como escribió el periodista en sus páginas, “tuvieron que vivir la injusticia de un tiempo en el que se les negaba hasta la entrada a los talleres para aprender. Hay excepciones, pero incluso autoras como Clara Peeters no podían competir en igualdad de condiciones con sus compañeros".
En este sentido, se detuvo a exponer el caso de Peters que "como a otras tantas mujeres de la época, tenía que conformarse con los objetos que tenía a mano para aprender. Para mí, el gesto más bonito de ella es que salía en sus cuadros, como diciéndole a la historia: ‘aquí estoy yo’".
“El abrazo”, de Juan Genovés, cierra esta novela. Para el autor, supone una obra muy necesaria para el momento en el que vivimos. “Debería estar en la cámara del Congreso y que lo vieran todos los días. Es el abrazo que necesitamos todos, el de un futuro que nos abrace con cariño, que tamos muy necesitados de ello”, argumentó.