Sonrisas y verbos
"Creo que en estos momentos acordarse de la sonrisa de Michael Robinson puede resultar muy terapéutico", la opinión de Carles Francino
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Madrid
Si los lunes ya tienen fama de ser el día más escarpado de la semana, uno que se presente con el país en estado de alarma y con la sospecha -absolutamente fundada- de que igual acabamos otra vez confinados en casa… pues que les voy a contar. Hoy es de esos momentos en los que hay que buscar rearme anímico hasta debajo de las piedras, porque la alternativa de hundirse no es aceptable, al menos para mí.
Se me ocurren dos cosas, dos reconstituyentes. El primero he tenido la suerte de probarlo hace un par de horas, pero a partir del miércoles será de uso y disfrute general: se trata de un ‘Informe Robinson’ especial, dedicado a la memoria de Michael, que este mediodía se ha estrenado con asistencia de su familia, amigos, compañeros de trabajo, el Ministro de Cultura y Deportes… Lo recomiendo porque es una enorme lección de vida, una apuesta por la felicidad y la dignidad por parte de alguien que no tenía previsto quedarse en España pero que se enamoró de este país, por cómo somos capaces de disfrutar de la vida. Lo confiesa él mismo. El miércoles cuando se estrene en Movistar Plus ya hablaremos con más detalle, pero quería citarlo porque creo que en estos momentos acordarse de la sonrisa de Michael Robinson puede resultar muy terapéutico.
Y la segunda propuesta es un libro cuyo título ya lo dice todo: ‘Nada es tan terrible’. Ahí aparece el verbo clave en situaciones difíciles: relativizar, o sea poner en contexto, usar la perspectiva. Estamos en una coyuntura complicada, sin duda, pero caer en la frustración sin más tampoco nos soluciona el problema.