Un movimiento que no es una anécdota
Todo el mundo sabía que Trump iba a poner a la democracia estadounidense al borde el precipicio, no solo porque lo había advertido, cuestionando el resultado de las elecciones antes de que se hubiera votado, sino porque lo había venido haciendo desde el inicio de su mandato, pero se dejó hacer

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Madrid
¿Por qué no arrasó ayer Joe Biden tras cuatro años de Trump en la Casa Blanca? ¿Por qué un resultado tan ajustado? Esta es la pregunta que recorre desde ayer el mundo y que demuestra la incapacidad para entender un fenómeno que quizás y, a menudo, no se ha tratado con la profundidad que requería. El personaje es tan grotesco, tan imposible, que nos hemos quedado en él y él, Trump, solo es la superficie de una corriente que recorre el mundo y que trasciende al propio Trump.
Todo el mundo sabía que iba a poner a la democracia estadounidense al borde el precipicio, no solo porque lo había advertido, cuestionando el resultado de las elecciones antes de que se hubiera votado, sino porque lo había venido haciendo desde el inicio de su mandato, pero se dejó hacer.
Dejamos hacer, prensa, analistas, demoscópicos, desde nuestra atalaya de superioridad moral. Hace cuatro años, quizás, tenía un pase que no se hubiera detectado el fenómeno Trump y el 'trumpismo' posterior, pero cuatro años después que las encuestas hayan vuelto a equivocarse no tiene perdón. Seguimos completamente desenfocados, pensando solo en la anécdota y no en la corriente de fondo que puede explicar fenómenos como el del presidente de Estados Unidos.
Ojalá no sea tarde, aunque tiene pinta de que ya lo es. La democracia de la principal potencia del mundo está en serio peligro aunque sea Biden el que finalmente se alce con la victoria. Estos últimos cuatro años y la gestión de Trump sobre los resultados electorales dejan al país completamente partido en dos. Trump lo ha polarizado hasta el extremo, ante la pasividad de todo el mundo. Incluso de los propios demócratas, que buscaron el candidato perfecto, hombre blanco, mayor del establishment, para robar votos a Trump sin afrontar de cara el verdadero problema.
Puede que la noche electoral en Estados Unidos acabe antes de que acabe la semana, pero esto no va a cerrar la profunda crisis en ese país, y no se debería esperar cuatro años más para analizar en profundidad un movimiento que no es una simple anécdota.

Àngels Barceló
Àngels Barceló dirige y presenta 'Hoy por hoy' de lunes a viernes, de 06:00 a 12:20h. Información, análisis...




