Los comerciantes de La Felguera se encuentran con un décimo de lotería al reabrir sus negocios
Tras tres semanas de cierre, los propietarios de pequeños comercios de este municipio encontraron al volver a abrir la persiana un décimo de lotería de Navidad y un mensaje de ánimo anónimo
Los comerciantes de La Felguera se encuentran con un décimo de lotería al reabrir sus negocios
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Madrid
El pasado miércoles, los pequeños comercios de Asturias volvieron a abrir sus puertas al público tras 21 días de cierre. Tres semanas después de que Adrián Barbón, presidente del Gobierno autonómico, decretase el cese de toda actividad considerada no esencial, se anunció que las tiendas con una superficie menor a los 300 metros cuadrados podrían reabrir con limitaciones de aforo.
Los comerciantes asturianos, por tanto, abrían de nuevo la persiana justo a tiempo para el ‘black friday’ y la posterior campaña navideña, en una situación plagada de incertidumbre. Sin embargo, esta incertidumbre fue apaciguada para los comerciantes de La Felguera, en la cuenca minera asturiana. Al abrir sus locales, los propietarios se encontraron con un sobre que contenía un décimo de lotería y un mensaje: “Ánimo y mucha suerte”.
Hemos hablado con Graciela Redondo, propietaria de una tienda de ropa llamada ‘En Tonos Pastel’, en La Felguera. Graciela, que aún sigue sorprendida por el regalo anónimo, asegura que no tiene “ni idea de quién pudo haberles regalado el décimo, pero no saber quién es hace que sea un poco más mágico”. En un día muy importante para los comerciantes de la zona, reconoce que este gesto les ha dado “mucha fuerza”.
“Íbamos nerviosos porque era el primer día y no nos esperábamos un segundo cierre. No sabíamos cómo nos iban a ir las cosas, y alegrías así nos vienen muy bien”, cuenta. Graciela abrió su negocio hace siete años. Capitalizó su paro, se lanzó a la piscina y abrió una tienda de moda, que siempre había sido su sueño. Posee algún negocio más y asegura que, aunque antes de la pandemia les iba muy bien, el cierre les hizo “plantearse cosas”, pues, dice, tienen “empleados con familia”.
Graciela estima las pérdidas que la pandemia les ha provocado en un 70%. Y, aunque han recibido alguna ayuda del Gobierno, han notado la falta de liquidez de los clientes. “La gente ahora mide más qué gasta y en qué lo gasta. Al final, los ERTE se tardan en cobrar y no hay tantas ganas de comprar”, cuenta.
A pesar de esta situación adversa, Graciela confía en que la campaña navideña funcione, y puedan “ir saliendo de esta poco a poco”. Tantas ganas tiene de continuar con su negocio, que si gana la lotería con ese décimo regalado, ni se plantea cerrar: “Lo que más queremos ahora es seguir trabajando, con las medidas y con lo que sea necesario”.