El periodismo y la construcción de los mitos

¿Por qué construimos y por qué caen los mitos?

Madrid

Hablamos con el periodista y escritor Jordi Amat que ha publicado “El hijo del chófer” (ed.Tusquets) sobre la figura de Alfons Quintá que pasó de ser el hijo del chófer del escritor Josep Pla, a acumular un poder político y mediático en Cataluña desmesurado. “Llegó a ser el periodista más poderoso en Cataluña durante la segunda mitad de los 70 y principios de los 80” dice Amat. Gracias a los contactos con la cultura y la burguesía catalana acumuló información privilegiada que utilizaba sin escrúpulos para conseguir lo que quería. No tenía ninguna moral. Amat lamenta “no haber podido encontrarle perspectivas positivas”. Este libro demuestra que el llamado “oasis catalán” no existía y que la sociedad catalana tiene las mismas cloacas y podredumbres que otras. Respecto a la construcción de los mitos, Jordi Amat dice que “en un mito la sociedad proyecta sus valores, pero los mitos también esconden silencios y cuando estos se enquistan, se pudren y se pudre esa sociedad”. Resulta paradójico, como señala Jordi Évole, que “dos mitos ahora caídos y que han actuado con total impunidad y complicidad de los medios, se construyeron sobre dos hechos que a los dos les podría haber hundido: el Rey y el 23F y en Pujol, Banca Catalana, los redimen y los hacen impunes”.

Enric González, que conoció y trató a Alfons Quintà cuando ya había perdido ese poder. De hecho, fue uno de los autores de un libro donde se intentaba explicar todo el escándalo de Banca Catalana. Y eso les costó más de un disgusto, en lugar de agradecimiento por desvelar aquella monumental estafa porque, según González, “la gente necesita que el mito perviva” la sociedad tiene que “reconocer que se ha equivocado”.

Del ruido de sables al ruido de whatsapp

Hemos hablado con Xosé Fortes, militar también retirado que fue miembro de la Unión Militar Democrática y por ello fue juzgado y condenado en 1975, sobre este malestar que hoy vuelven a expresar por carta militares retirados. Fortes advierte que son militares, la mayoría, que estudiaron en academias militares franquistas. Su cultura democrática es débil. Y destaca que estos posicionamientos de militares, aunque sean retirados, demuestra que estamos en España porque sería inconcebible en cualquier otro país europeo. Por suerte, según Fortes, no todo el ejército es así. En cualquier caso la responsabilidad, según él, se debería buscar en quienes desde algunas formaciones agitan el odio y el patriotismo e intentan deslegitimar un gobierno democrático.